Mucha gente no lo sabe, pero en Tepoztlán vive un grupo de extranjeros angloparlantes, que forman comunidad y saben apreciar lo mejor de nuestro país, me refiero a las diversas variantes de eso que se conoce como cultura, eso que puede entenderse como el discurso material e inmaterial que vamos armando sobre la vida. Tomando en cuenta que estas expresiones (artes plásticas, artes culinarias, música, teatro, artesanías, rituales, etc.) son parte de la vida cotidiana de los pueblos y no van a desaparecer por más malos que sean los tiempos, es también notable que no se investigue más a fondo este tema de la comunidad extranjera interesada en el arte y la cultura de nuestro estado, pues conforma todo un capítulo de la sociología del arte local que podría aprovecharse en bien del renombre y el estado de ánimo colectivo de nuestra valiosa y sensible comunidad.
Hago esta introducción, porque la semana pasada, el jueves en la noche, me llevé una grata sorpresa al asistir al performance de Alison Wearing en “El Fauno Feliz”, un lugar de encuentros literarios ubicado cerca del Valle de Atongo. Lo que vimos (vivimos) unas 70 personas reunidas en torno al calor humano que se origina con la buena disposición que genera el fenómeno artístico fue sencillamente magistral; se trató de la escenificación de un monólogo escrito por la mencionada autora, basado en el libro de memorias que dedicó a su vida familiar, enfocándose en la relación con su padre gay, a quien presenta con profundo amor, cuidado y respeto. La historia aborda la vida cotidiana de su familia canadiense conformada por dos músicos semiprofesionales y tres hijos y lo magistral del performance que acaba de presentar también en otras ciudades con gran éxito, reside en el hecho de que la autora-actriz pudo lograr lágrimas y risas del público casi a voluntad, porque sabe mucho de expresión corporal y su sensibilidad para detonar las emociones humanas a través de los detalles narrados es extrema.Tal evento, quiero contarles, no fue aislado, se dio en el marco de la semana entera de actividades que organizó Magda Bogin, una escritora neoyorquina que lleva años buscando este tipo de encuentros literarios en Tepoztlán. Los talleres pensados para estructurar el programa llamado "Under the Vocano" (Bajo el Volcán) pensado para escritores bilingües residentes en Morelos abrieron ofreciendo 3 núcleos temáticos: poesía (Magda Bogin, Ben Clark, Paul Muldoon y Loretta Collins Klobah) periodismo cultural (Jonathan Levi) y memorias (Alison Wearing). El último día se llevó a cabo un recital poético en español e inglés y no omito destacar que la escritora Elena de Hoyos tuvo mucho que ver con el buen fin de estos eventos, pues gracias a sus oficios como promotora cultural y con la ayuda de Ángel Cuevas, logró que el cerrado encuentro expandiera sus fronteras y llegara al centro de Cuernavaca, al Jardín Borda, en donde se llevó a cabo un encuentro más amplio entre amantes del oficio de escribir.Por cierto, uno de los logros del taller periodístico fue documentar lo que está sucediendo en Tepoztlán por cuanto respecta a la creación de pintas y murales callejeros que abordan el controvertido tema de la ampliación de la carretera que va a Cuautla. No creo que pase mucho tiempo antes de que alguien decida publicar algo al respecto. Esto podría ser parte del capítulo del arte posmoderno de contenido político-social.---Centenario del Natalicio del Padre Armando Vargas CarazaCierro esta columna con gran emoción porque hoy lunes 20 de enero, con motivo de la Declaratoria de la Conmemoración del Centenario del Natalicio del Padre Armando Vargas Caraza se vivió en la comunidad Cristóbal Colón un ambiente festivo signado por la amistad, el compañerismo, el recuerdo colectivo y sobre todo la necesidad de honrar al maestro inolvidable, al forjador de casi 70 generaciones de estudiantes morelenses.Durante el evento no faltaron las lágrimas y la propuesta espontánea de llevar a cabo una serie de actividades que culminarán con un reencuentro de miles de personas al final de este 2014. Estoy segura que dicho evento se traducirá en el reforzamiento del tan mencionado tejido social porque a la gente nos gusta reunirnos en torno a los buenos recuerdos y las expresiones afectivas. Eso es parte de la identidad y con base en esta importante característica del alma humana prevemos que se irá organizando el desfile del 24 de mayo próximo: quien quita y se convierta en una gran marcha motivada por el agradecimiento, ya no por la inseguridad.No cabe duda que honrar honra y por esa oportunidad que nos da la vida, hoy los asistentes al evento nos sentimos felices.Ω
viernes, 24 de enero de 2014
Escritores extranjeros trabajando en Tepoztlán
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