miércoles, 23 de junio de 2010
Guillermo Ruiz y la escuela de Escultura y talla Directa
Fue el investigador Agustín Arteaga quien, como director del Museo del Palacio de Bellas Artes, coordinó un proyecto, en el año 2000, que reunía trabajos de la llamada “Escuela Mexicana de Escultura”, término de reciente acuñación en el ámbito académico (años noventa). Las piezas tenían en común temáticas y tratamientos relacionados con la escultura prehispánica, el arte popular y la búsqueda de identidad nacional, y el resultado de tal investigación vino a ser un punto de referencia obligado por cuanto se refiere a las tallas en piedra o vaciados en bronce producidos en la década de los años veinte, treinta y cuarenta en nuestro país. Conforman un capítulo importantísimo de la historia del arte.
Por su parte, María Estela Duarte, quien se ha dado a conocer por trabajos tan reconocidos y completos como la más reciente publicación dedicada a Diego Rivera (Diego Rivera Obra mural completa en coordinación con otros autores, Editorial TASHEN 2006), acaba de presentar el resultado de su más reciente investigación en el Museo-Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, siendo el tema principal de la misma, la obra del escultor Guillermo Ruiz (1896-1965), iniciador de la Escuela de Escultura y Talla Directa a partir de su regreso de Europa, en 1926.
Dicha escuela extiende los postulados de las Escuelas de Pintura al Aire Libre y como ha señalado Raquel Tibol (Escultura mexicana de la Academia a la Instalación, pagina 121 Conaculta 2001), tanto José Manuel Puig Casauranc (director de la Secretaría de Educación Públiac) como Alfonso Pruneda (rector de la Universidad Nacional) apoyaron tales proyectos convencidos de las bondades de la Escuela de Acción o Escuela Nueva, propugnadas por el pedagogo norteamericano John Dewey, quien sugería al maestro de arte que se desempeñara como un guía, que no distribuyera castigos o premios y que fomentara la libertad creativa y el gozo estético.
Como se sabe, Guillermo Ruiz trabajó la talla directa en piedra a principios del siglo XX y lo hizo con tanta enjundia, que logró que se le atribuyera ser el padre de tal técnica en el México moderno, consideración un tanto exagerada, ya que en la Academia de San Carlos o su sucesora, Escuela Nacional de Bellas Artes, se elaboraron piezas de este modo, por tradición, desde el siglo XVIII.
A Guillermo Ruiz se le deben varias piezas conocidísimas, entre ellas varios bustos dedicados a algunos poetas estridentistas y un Morelos de 40 metros de alto en Janitzio, Michoacán que se elevó después de haberse tenido que resolver dificultades técnicas importantes (la piedra fue transportada desde Morelia en troncos). Ruiz apoyó además la promoción del Teatro Guiñol con Leopoldo Méndez colaboró con artículos diversos en la revista Libertad.
De la colectiva llaman la atención varias esculturas dedicadas a temas que hoy nos podrían parecer intranscendentes por su temática; se trata de animales, siendo no la fantasía a ojos vista lo que los caracteriza –no son ilustraciones literarias--, sino su intención naturalista. Y es que en un mundo en el que privaban los temas nacionalistas, el haberle dedicado recursos físicos y materiales a tales asuntos decorativos, resulta por lo menos mencionable. Ω
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Señores que mal información e investigación este señor no es ni en lo más remoto el escultor ni creador del monumento a Morelos en janitzio fue Don Juan tirado valle y con documento en mano comprobables y en realidad el fue el iniciador de la talla directa en la academia de San Carlos donde le regalo un perro salchichas al general Lázaro Cárdenas quien lo acojeria en su casa por más de 16 años.que pena que este señor se robe lo que no es suyo.orgullosa de mi padre.
ResponderEliminar