jueves, 10 de julio de 2014

Vas a ver: Hoy puro arte

Multifacética Cordelia

El sábado pasado se inauguró en el Jardín Borda una muestra de pintura de Cordelia Urueta (1908-1995) que la representa a cabalidad. Allí está toda ella, desde sus pinturas vinculadas formalmente con Picasso y Rousseau, hasta sus autorretratos, pasando por la obra abstracta emparentada con la mal llamada Generación de la Ruptura. Ante la contundente variedad, el poeta y crítico Luis Rius, director del museo que itinera la exposición, indicó que tales giros debían valorarse en función de los intereses que se presentan a lo largo de la vida y no como una debilidad de la pintora. De ahí que quienes asistimos al evento sintiéramos que efectivamente íbamos detrás de una yegua galopante, de una valientísima inventora de imaginarios, a la que debíamos poner esmeradísima atención.

 ¿Por qué valientísima? Porque en materia de arte el lugar común ha dictado que la noción de estilo es la máxima autoridad y por lo tanto se ha visto con desconfianza el cambio de rumbo. Pero pensémoslo bien y entenderemos que los cambios son parte de la vida, que la permanencia es lo raro. Es más, a veces la permanencia es agotamiento, es muerte. Allí están Picasso y Diego Rivera, con sus diversas épocas para demostrarlo en el gran arte.

 Nacida en una familia de gente cultivada, parienta de prominentes artistas y políticos, Cordelia Urueta pasó largas temporadas en Tepoztlán, en donde pintó una obra de sabor simbolista, de gran formato, casi un mural, que se expone por primera vez, dado que no había salido del Hotel Posada del Tepozteco, según cuenta su sobrina, Martha Villaseñor.

 Conocí a Margarita, la hermana de Cordelia en casa del Profesor Rafael González de Alba, excelente anfitrión y gentil caballero muy querido en Cuernavaca, hace 20 años que llegué a esta ciudad. Al profe, conocido también como Domicheto entre los Rotarios del Club Cuernavaca, le gustaba organizar comidas en su casa y nos invitaba frecuentemente a mi esposo y a mí, a departir con personalidades del mundo de la cultura. Una de esas tardes escuché, a la señora Margarita hablar con nostalgia de un mundo cultural en el que Diego y Frida habían sido los reyes, pero también un mundo en el que la ruta indicada por Siqueiros estaba siendo cuestionada por gente tan valiente como su hermana Cordelia.

 Pero ¿saben qué me impresiona más que la valentía de Cordelia? Me emociona mucho su vocación, llevada hasta el grado de tener que pintar de memoria, echando mano de la imaginación y el tacto, cuando la mácula que padecía la fue dejando ciega. Entrando a las salas del Borda, yendo al lado derecho, nos encontraremos con sus autorretratos. El que está de frente, uno que muestra a la elegante mujer con los ojos casi vacíos nos los dice todo: no es que no haya nada en esos ojos, es que no sabemos si e azul grisáceo esfumado que emana de ellos resplandece o se autoconsume.

 Siendo una pintura muy mesurada en los detalles, casi puro color  -el dibujo a línea continua solo la perfila-, termina por mostrarnos su pasión por la pintura-pintura, la importancia que tenían los asuntos plásticos para ella. Por favor, sientan ustedes cómo no es el modelo lo que importa, como en los autorretratos de junto, sino la angustia de ir careciendo de la vista, el tema principal.

Víctor Hugo Núñez en Tepoztlán

Hace casi un mes que se inauguró en el Ex Convento de Tepoztlán la exposición de Víctor Hugo Núñez, el chileno-morelense al que uno siempre percibe tan pasional como buen escultor. La puesta en escena de tantas y tan buenas obras se la debemos a la gran Marcela Tostado, incansable promotora cultural que se ha ganado el respeto de los tepoztecos y tepostizos, por su seriedad y compromiso con la difusión del arte.

 De la obra de Núñez se pueden decir un montón de cosas: abordarlo a partir de la fantasía creadora que lo lleva por el mundo del erotismo abre un amplio capítulo que incluye cuerpos femeninos más que masculinos, pero también podemos acercarnos a su zoología fantástica y tarde o temprano le encontraríamos linaje, vínculos prehispánicos.

 Por otro lado, las transgresiones que ha realizado a los cuerpos humanos -los fragmenta, los corta a la mitad, los une con ángulos de fierro-, invitan a pensar en un franco interés de su parte de insertarse en las tendencias plásticas contemporáneas. Es decir, Núñez pasa del manejo casi académico del cuerpo humano, al manejo posmoderno que metaforiza temas como la violencia y el conflicto interno.

 Durante la inauguración, al dar la explicación de la obra, el también excelente cocinero, habló sobre el impacto que generan en la memoria colectiva los desmembramientos de las víctimas de la violencia y sobre cómo estos asuntos necesariamente se van tornando estéticos, al ser parte de la cultura visual de todos: artistas y no artistas.

Aprovecho el espacio para celebrar también la pieza monumental que instaló recientemente en Jardines de México, una obra fitomorfa a la que le cayó muy bien el color rojo, que complementa el exuberante verdor del entorno.

Conferencia sobre la imagen de Emiliano Zapata

 El día de mañana, jueves 10 de abril, se cumple un aniversario más de la muerte del Caudilllo del Sur. Sobre el liderazgo de Emiliano Zapata se han dicho muchas cosas y seguramente se dirán desde las tribunas políticas muchas más. El uso político de la imagen es siempre voraz: sus ideales se resignifican, sus pérdidas se aprovechan para convencer masivamente.

No obstante poco se habla de su interesantísima imagen, misma que se actualiza constantemente a partir de unas cuantas fotografías multirreproducidas de su rostro.  En el Jardín Borda charlaré sobre este y otros aspectos de la representación que atañen al de Anenecuilco, pero que también nos aluden a nosotros como constantes consumidores de representaciones artísticas y mediatizadas. Ojalá, querido lector, lectora, que se te antoje el tema y podamos departir, la cita es a las 5 de la tarde.

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