jueves, 10 de julio de 2014

Vas a ver: Cultura de la Resistencia, al estilo morelense

1. Con un gusto enorme acudimos el sábado pasado a la casa de la Güera Vadas varios de los amigos que solíamos asistir a los desayunos culturales que organizaba Alberto, su marido, ex director de La Tallera. La idea era recordar al gran amigo ausente, pero también reanimar los lazos de amistad que genera la promoción de la cultura, situación no menor en tiempos de redes sociales (léase puro abrazo virtual, amor de lejitos). María Gabriela Dumay presidía un lado de la mesa, cerca de ella Rafael Cauduro, Carla Hernández, Guadalupe Goenaga, Katheryn Besse y en la largura de la mesa otras agradables personas, todas agradecidas con esa señorona que es Ann y sus queridos hijos y nieto. Ella ya dejó de realizar los grabados en vidrio que la dieran a conocer cono experta en sand-blasting y cada uno de nosotros le hemos dado diversos giros a la faceta de la vida cultural que escogimos. Ojalá la vida nos permita seguir haciéndolo.

Ese mismo día, el gremio periodístico reconoció la trayectoria y la labor de excelencia de varios compañeros, en el marco del Día de la Libertad de Expresión. He de decirle, querido lector, lectora, que desde el emotivo y bien planteado discurso de Andrés Lagunas sobre las condiciones básicas requeridas para la manifestación pública de las ideas, la censura y muerte de algunos periodistas, que lo único que hicieron fue denunciar corrupción o complicidades criminales, todo fueron manifestaciones de solidaridad. Desde donde escribo esta columna envío un abrazo a nuestra amiga Lya Gutiérrez Quintanilla, al Maestro Adolfo Mexiac (autor de un famosísimo grabado dedicado a la Libertad de Expresión) y al querido fotógrafo Pepe Aguilar (¡Arriba Morelos!) por el merecido reconocimiento del que fueron objeto.

Hay que decir que el evento lució por la espléndida organización del Profesor Pablo Rubén Villalobos y del Lic. Teodoro Rentería Villa, responsables de la Asociación de Periodistas del Estado de Morelos (APECOMOR). Luis Fernando García Armendáriz, a quien por cierto hay que felicitar por su nuevo nombramiento como encargado de Comunicación Social de SEDESOL le tocó conducir la importante ceremonia y a la Banda de Guerra y la Escolta del Colegio Cristóbal Colón, comandadas por el siempre dispuesto Subteniente Miguel Giles Rivero efectuar los correspondientes Honores a la Bandera como sólo ellos saben hacerlo. La invitada de honor fue la solemnidad en esa fría mañana de verano.

2.
Flota en el ambiente la idea de que la política cultural del momento favorece poco a los creadores locales, se repite constantemente que son los artistas de fuera los que reciben el beneficio del escenario, del museo, de la publicación. Sobre ese ánimo recae la noticia de la apertura del Museo Juan Soriano, quien fuera artista de talla universal, un valiente creador de pinturas y esculturas relacionadas frecuentemente con el surrealismo. Este proyecto cuenta con un anclaje federal, puesto que fue respaldado por el el presidente de CONACULTA, Lic. Rafael Tovar de Teresa.

Habrá que trabajar mucho en materia de difusión del proyecto integral para que se sepa que será un gran centro cultural, al que incluso cambiarán el nombre (Centro Cultural), de 5000 m2, en el que aspiran integrar exposiciones temporales vinculadas con nuestra entidad. Siendo de calidad, el proyecto se defenderá a sí mismo.  Esperamos que no se alargue tanto la obra.

3.
Todo ello nos lleva a pensar en lo que los antropólogos definen como “cultura de la resistencia”, entendida esta como las manifestaciones materiales e inmateriales que se dan al margen del apoyo oficial. Como es lógico suponer y por razones de la diversidad de opiniones,dicha “contracultura” permite la retroalimentación continua de la cultura mainstream. Lo que aquí queremos destacar es el hecho de que al no encontrar cabida en los espacios patrocinados por el gobierno, muchos artistas están buscando y encontrando vías alternativas para exhibir y vender sus trabajos.

Tal acción incluye a los hoteleros y restauranteros, quienes obedeciendo a las leyes del mercado (esas que dictan “rásquese con sus propias uñas”) han decidido aventurarse en el difícil arte de la promoción cultural.

En este sentido, hay que aplaudir la insistencia de los propietarios de Anticavilla, porque llevan ya dos “Encuentros de expresiones” en su bello jardín de la Colonia Vistahermosa. ¿Se deberá a que son italianos y no morelenses, el hecho de que estén enamorados de lo nuestro?

Ahora lo ideal sería que se pusieran de acuerdo con otros empresarios y artistas para que estos emprendimientos versión cultura de la resistencia generaran una sinergia como la que logran los Gallery Weekends de diversas ciudades del mundo: varios eventos concatenados pensados para que el consumidor de cultura viva una experiencia completa y compleja.

Probablemente trabajarán en un esquema en el que ganarán, sin ganar, es decir, montarán exposiciones con mucho esfuerzo y costo, y probablemente las ganancias económicas serán magras o habrá pérdidas, pero al final ganarán en prestigio y posicionamiento. Eso también vale oro, ¿no cree usted?. 

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