viernes, 11 de julio de 2014

Vas a ver: “Pinches holandeses”: ¿Atenta el controvertido video contra la imagen de México?

1.
Según el experto en redes sociales Benjamín Obeso Fernández, el video elaborado por una jovencita de 15 años titulado “Pinches Holandeses”, subido a Youtube el 3 de julio ha recibido hasta el lunes 7 casi 2.5 millones de visitas, con 32,500 “me gusta” y 2,226 “no me gusta”.  En el mismo, ella toca un ukelele y canta una canción donde con un lenguaje muy fuerte, describe el partido de octavos de final entre México y Holanda, insultando de manera repetida al equipo de la naranja mecánica.

Este video fue publicado originalmente por la cuenta de dizzymissdc, sin embargo, debido a que en menos de 2 días ya había sido transmitido en televisión nacional por una cadena holandesa, y tenía al menos 800,000 vistas junto a un sinfín de comentarios insultantes por parte de nacionalistas holandeses, fue dado de baja. La cuenta publicó consecuentemente que ella no esperaba que tuviera tanto impacto, y que su intención era lúdica, por lo que después de haber sido reprendida por sus padres, decidió disculparse públicamente y eliminarlo de su cuenta, claro está que sin mostrarse sumamente avergonzada, porque acepta ser sólo el reflejo de lo que vive en su comunidad. Hasta el momento, ella no reveló su identidad y ningún medio lo ha hecho.

Según Obeso Fernández, el video fue retomado por la cuenta de YouTube SportsMex y se sigue compartiendo en las redes, tan es así, que una niña holandesa cuya cuenta de YouTube es Karlijn Rietkerk ya respondió al mismo, y de manera más sutil comenta que México nunca será campeón del mundo. Este video ya está comenzando a tomar revuelo y tiene casi un millón de vistas.

En twitter, este video se ha mencionado más de 30,000 veces en tan solo 7 días, y lo han retomado medios importantes como El Universal, Milenio, Brozo y Reforma.

La mayoría de los comentarios critican el lenguaje de la niña, otros hablan de cómo nos quejamos de todo sin admitir la derrota y algunos más sólo insultan, sin argumentar nada. Lo que a mí me llama la atención es que no se hable de las aparentes contradicciones de la imagen, de las resignificaciones del lenguaje, ni de la falta de autocrítica de las redes sociales: ¿a dónde vamos a llegar en este mundo de imágenes que se consumen siempre superficialmente?

2.
La paradoja visual se da porque esta niña bonita que canta y toca más o menos el ukelele (la música que sirve de fondo a la tonada pegajosa que repite “eeehhh, puto” es muy simplona) aparece en un escenario vestido con un montón de libros relacionados con la alta cultura. Lo chocante de la imagen reside en el hecho de que plagada de palabrotas y mentadas de madre, la canción supuestamente contradice los valores que ella representa (no se ha dicho, pero ella pertenece a una conocida familia de libreros de origen español).

Sólo que tal contradicción es un paradigma hoy rebasado, puesto que como sabemos, la alta cultura se nutre como nunca antes de la baja cultura, la cultura tolerada y la cultura de la resistencia; los vasos comunicantes son infinitos. Cualquier analista del tema lo sabe.

Es decir, el lenguaje que ella emplea está relacionado asimismo con nuestra tan interesante y compleja posmodernidad conformada con un poco de todo: se trata de palabras vulgares, sobre un tema popular, siendo proferidas por una niña de clase media alta, que contribuye a resignificar no sólo el argot usado entre futboleros, sino la imagen del país y la juventud mexicana frente al mundo. 

Nada de esto debe extrañarnos, más si se trata de un país que cuenta con un nivel educativo de tercer grado de primaria.

 3.
Lo que nos debe preocupar es la posibilidad de un “pleito” entre países ocasionado por los nacionalismos entendidos a rajatabla.  Recordemos que la “Guerra de los Pasteles” empezó por los daños ocasionados en un motín a un pastelero francés en 1838.  Este video muestra la existencia de un inconsciente colectivo que se manifiesta por medio de chistes, canciones y actos tan fallidos como apagar el pebetero de la tumba del soldado desconocido en París, jalar la palanca de freno del tren bala en Tokyo, o ponerle un sombrero de charro y sarape en Sudáfrica, a la estatua de Mandela; por estas actitudes que nos representan fuera del país si debemos preocuparnos.

 Al mismo tiempo hay que entender que el poder de este inconsciente y su parienta la sublimación han sido los grandes motores de las manifestaciones artísticas y pseudo artísticas de la historia. No me extrañaría que pronto supiéramos que ella ya grabó profesionalmente un video o la van a lanzar como cantante pop.

4.
Hoy el video no se considera artístico, no obstante, dados los valores de nuestra posmodernidad, podría con el tiempo asimilarse como tal, porque a fin de cuentas y como dice mi amigo el árbitro internacional Gilberto Alcalá: “Hay que sobresaltar la espontaneidad de la chica, en el momento en el que el mexicano estaba sintiéndose robado por el tema del penal, ella tomó lo que seguramente escuchó entre sus amigos, redes sociales, familia y lo musicalizó; manifestó el sentir de muchos. Seguro vio el partido y de manera coloquial, haciendo una traducción, manifestó el sentir de miles de mexicanos. ´Jugamos como nunca y perdimos como siempre es el tema de los últimos 6 mundiales. Desde 1994 hemos perdido en el 4º partido y eso duele. Esto es un producto de la época, independientemente de lo vulgar de la canción, hay que reconocer el talento de la niña y el hecho innegable de que las mujeres están metidísimas en el futbol.” ¿Usted qué opina? 

Vas a ver: Murió mi amigo, el Sr. Roberto Calleja Garibay y por eso estoy muy triste

Resulta que cuando se pone a doler el dolor propio de las pérdidas irreparables, la consciencia se torna una brasa, es como un mordisco fresco, abierto y sangrante. Nos lo volteamos a ver y allí está, hinchado en el cuerpo hecho de carne y se siente punzante y no podemos creer en su existencia, en eso que hoy está y ayer no estaba. Así de contundente es la muerte. Somos unos proyectos de cadáver desde que nacemos, y sin embargo poco nos acostumbramos a la simple idea de que todo eso que brilla y se llama vida, se acaba todos los días para millones de personas. Los de otros y fatalmente también los nuestros.

El Sr. Calleja -porque eso era, un señorón- fue un coleccionista admirable que siendo jalisciense vivió casi toda su vida en Cuernavaca. Hoy martes lo despediremos algunos morelenses en una funeraria ubicada en la Avenida Morelos, a unas cuadras de su casa. Estaba enfermo desde hace tiempo. El cáncer, esa carcoma que avanza enloqueciendo células, deglutiendo esperanzas hizo su tarea con su alto y delgado cuerpo. Nunca con su inteligencia y sensibilidad. Todavía lo vimos hace unas semanas en el mal llamado Museo de la Ciudad, saludando a sus admiradores. Cumpliendo él con sus amigos. Tan amable como siempre, tan cariñoso con quienes consideraba sus cómplices en la pasión por la historia mexicana.

En este estado, a él acudíamos los investigadores, los enamorados del arte y de la historia cuando queríamos saber sobre la Revolución Mexicana, la historia del estado, en especial sobre Emiliano Zapata, una de sus pasiones. Tenía -tienen sus hijos, Francis su esposa-, documentos cuyas firmas, fechas, datos, letras, caligrafías, curiosidades explicaba como un experto. Pero la cosa no quedaba allí, una vez instalados con los ojos abiertotes ante los archiveros, íbamos descubriendo cómo una cosa lleva a la otra y cómo lo que unos consideran desperdicios, a otros les provoca un profundo amor. Lo digo no por los documentos, valiosos depositarios de datos, sino porque Calleja también mostraba curiosidades como monedas defectuosas nunca puestas en circulación o anillas de los puros. Por cierto, cuántas veces me dijo el nombre de este tipo de coleccionismo y yo sin poder retener el nombre.

Para quienes estamos interesados en el mundo del coleccionismo es muy claro el hecho de que este tipo de creatividad propia de los seres hipersensibles a la belleza, se torna un intento logrado de transformación del mundo: nos une a los humanos frente a lo que conmueve y por eso, entendemos al coleccionista en los límites de la santidad. Y no es exagerado lo que digo: pensar que hay quienes se dedican a juntar cosas para que otros las gocemos consuela mucho. ¿Se puede hablar de cantidad con respecto al consuelo? ¿Nos consolará un poco la idea de la conservación de su colección a quienes lo apreciábamos tanto?

Recuerdo haber estado en su casa tratando de convencer a las máximas autoridades estatales relacionadas con cultura, de que este hombre merecía que se hiciera realidad su sueño de contar con un museo de autor dedicado al diseño y a la historia de la vida cotidiana. En otros países este cúmulo de objetos únicos (pianolas, gramófonos, máquinas de coser, teléfonos, monedas, armas, botellas, planchas, etc) darían para más de un museo, también único, por estar dedicado a satisfacer la curiosidad sobre la vida de nuestros antepasados.

Desgraciadamente mientras él vivió no fue escuchada su propuesta y lo más doloroso es que por obra y gracia de la generosidad que lo caracterizaba, él hubiera donado todo al estado: lo que quería era que la colección se conservara completa y al recinto se le pusiera su nombre, requisito no sólo obvio en la historia de los acervos museísticos (porque el coleccionismo también es una forma de identidad), sino un acto que hubiera sido de generosidad en espejo, un acto de buena voluntad por parte de los diversos gobernantes a los que se les hizo la propuesta.
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Porque todos hablamos con nuestros muertos y porque a veces no podemos despedirnos de ellos, yo le dedico esta columna de hoy a mi amigo Roberto Calleja. Intento que sea un humilde  homenaje a su valentía y amor por la belleza y la originalidad propia de muchos objetos. Me despediré de él más tarde diciéndole que espero volvérmelo a encontrar entre sus cosas, que espero visitar su casa de nuevo, abrazar a su familia, buscar sus palabras en la música de los aparatos cuya manivela accionaba sosteniendo una sonrisa orgullosa, esperando la segura reacción de asombro, de nosotros los espectadores embotados por el ajetreo cotidiano.
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Consuela un poco que podamos conservar las cosas de los seres amados: para contrarrestar la traición de la memoria recurrimos a la magia de los anteojos, la camisa preferida, la agenda que usaba el o la que nos deja. Afortunadamente Don Roberto lega miles de objetos dispuestos para que los mexicanos podamos recrear el pasado. Afortunadamente eso también nos hará recordarlo a él. Me voy deseando que algún día podamos contar con el museo que con tanta ilusión él soñó.

jueves, 10 de julio de 2014

Vas a ver: Los idus de marzo


No, no me referiré, por el título, al calendario romano, temas musicales, películas o libros. Tampoco al asesinato del emperador Julio César, ocurrido en marzo, hace siglos. Simplemente me gustó el título “Idus de marzo” para transmitirles la nostalgia que hoy me habita.

Más sobre Roberto Calleja

Después de la desaparición física del señor Roberto Calleja Garibay y la publicación en DDM de varios artículos dedicados a comentar brevemente su vida y obra (Pablo Rubén Villalobos, Lya Gutiérrez Quintanilla, Teodoro Lavín) se fortaleció la idea, que viene de tiempo atrás, de que a este filántropo, coleccionista y cronista aficionado no se le ha hecho justicia.  Hoy se insiste más que nunca en el hecho de que debería ser homenajeado a partir del patrocinio con fondos estatales y federales de un museo de autor capaz de exhibir dignamente su riquísmo acervo. El acento emocional de las conversaciones roza el resentimiento por el hecho de que las políticas culturales de los diversos gobiernos que se han encargado de este estado en los últimos 25 años, han ignorado la obligación constitucional que tienen, de crear centros culturales y museos enfocados en lo local.

 Se dice que la presente administración favorece la producción de espectáculos cuyos efectos son efímeros y no atiende a los creadores locales. Esta crítica circula en redes sociales de diversas maneras, desde la caricatura y el comentario personal en FB, hasta la carta formal. El sentimiento de desamparo crece.

Morelos Único

Morelos Único implicó un magno esfuerzo organizacional que incluyó conferencias impartidas por destacados personajes y la administración de enormes sumas de dinero obtenidas por concepto de renta de stands y venta de publicidad y boletos. El encuentro comenzó en medio del caos y el malestar general provocado entre los locatarios del centro de la ciudad, porque no se les informó del evento, ni se les pidió permiso para interrumpir el tránsito habitual de personas y vehículos, lo cual los afectó en su calidad de empresarios. Al final de la semana, mucha gente, voluntaria o involuntariamente se enteró de esta iniciativa y uno de los factores que mejoraron la imagen del encuentro fue la presencia del ex presidente de España, Felipe González, quien de manera magistral habló sobre liderazgo, democracia eficaz y el valor del capital humano.

Lo que dijo el ex mandatario conmovió hasta el grado de los aplausos a medio discurso, porque habló de las virtudes de una Cuernavaca que ya no es, pero que puede volver a ser, una Cuernavaca Mc Carthysta poblada por gente que hacía tertulia para generar acciones positivas en beneficio de la comunidad. Habló brevemente de un lugar bello, favorecido por un estupendo clima, en el que se generó una tradición intelectual (pensamiento creativo, curiosidad científica) que debe continuar.

También dijo el español que la democracia entendida como voces encontradas que se escuchan entre sí no sirve; dijo que el éxito no reside en la riqueza financiera de un país, sino en la riqueza del capital humano con el que cuenta, recurso que se puede moldear, hacer crecer, enriquecer a partir de la educación.

 Planeado a partir de una estrategia que no se base en aprovechar los esfuerzos aislados de la gente a última hora, la siguiente versión de Morelos Único podría: “avivar a la sociedad para su progreso integral, contribuyendo al enaltecimiento de las virtudes de su gente y la región...para que la sociedad participe activamente en el quehacer de una colectividad más consciente, participativa y responsable, siendo protagonistas en el contexto local-regional-global”, según rezan dos de los postulados de su misión, impresos en el cuadernillo que distribuyeron entre el público.

Este esfuerzo de la iniciativa privada también se beneficiaría con una mayor dosis de organización y sensibilidad. Por ejemplo: hubo quienes pagamos $900 por un boleto para la citada conferencia, a la que llegaron muchos invitados de último momento con boletos regalados para llenar el lugar, además de que los stands se ofrecieron a un precio que al final bajó a la tercera parte.

La Dodominación del Mundo 

Es el título de una muestra artística en la que encontraremos representaciones del ave Dodó, de las Islas Mauricio, desaparecida por obra y gracia del ser humano en el siglo XVII. El matiz ecológico, pro natura, no le quita a las obras la capacidad de generar reflexiones en torno al tratamiento artístico del asunto y por ello vale la pena darse una vuelta al restaurante Emilianos en la calle de Rayón. A mí lo que más me gustó durante la inauguración, fue encontrarme con los amigos asiduos a las exposiciones, el grupo de gente que sigue a Cisco Jiménez, artista reconocido, curador, promotor cultural. Lo del propio Cisco, Agustín Santoyo y América Medina es memorable.

Octavio y Helena Paz

Significativo resulta el hecho de que durante los festejos del centenario del natalicio del escritor Octavio Paz, haya fallecido su hija Helena, aquí en Cuernavaca. A él se le rindieron homenajes de altísimo nivel la semana pasada. También se comentó, en desfavor del prestigio del escritor, hijo de un zapatista consagrado (Octavio Paz Solórzano fue abogado y escribano del líder agrario), que su luminosidad fue opacada por su maridaje con Televisa y sus nexos con el poder. Sobre sus textos dedicados a las artes visuales, se prepara una súper exposición para el Palacio de Bellas Artes que esperamos con ilusión (no es la primera dedicada al tema).

 Yo propondría que para homenajear a su hija también escritora, se preparara aquí, en Cuernavaca una mesa redonda que diera cuenta de cómo los contextos generan textos: de cómo los escritores necesariamente se influyen entre sí cuando viven juntos.

Vas a ver: Hoy puro arte

Multifacética Cordelia

El sábado pasado se inauguró en el Jardín Borda una muestra de pintura de Cordelia Urueta (1908-1995) que la representa a cabalidad. Allí está toda ella, desde sus pinturas vinculadas formalmente con Picasso y Rousseau, hasta sus autorretratos, pasando por la obra abstracta emparentada con la mal llamada Generación de la Ruptura. Ante la contundente variedad, el poeta y crítico Luis Rius, director del museo que itinera la exposición, indicó que tales giros debían valorarse en función de los intereses que se presentan a lo largo de la vida y no como una debilidad de la pintora. De ahí que quienes asistimos al evento sintiéramos que efectivamente íbamos detrás de una yegua galopante, de una valientísima inventora de imaginarios, a la que debíamos poner esmeradísima atención.

 ¿Por qué valientísima? Porque en materia de arte el lugar común ha dictado que la noción de estilo es la máxima autoridad y por lo tanto se ha visto con desconfianza el cambio de rumbo. Pero pensémoslo bien y entenderemos que los cambios son parte de la vida, que la permanencia es lo raro. Es más, a veces la permanencia es agotamiento, es muerte. Allí están Picasso y Diego Rivera, con sus diversas épocas para demostrarlo en el gran arte.

 Nacida en una familia de gente cultivada, parienta de prominentes artistas y políticos, Cordelia Urueta pasó largas temporadas en Tepoztlán, en donde pintó una obra de sabor simbolista, de gran formato, casi un mural, que se expone por primera vez, dado que no había salido del Hotel Posada del Tepozteco, según cuenta su sobrina, Martha Villaseñor.

 Conocí a Margarita, la hermana de Cordelia en casa del Profesor Rafael González de Alba, excelente anfitrión y gentil caballero muy querido en Cuernavaca, hace 20 años que llegué a esta ciudad. Al profe, conocido también como Domicheto entre los Rotarios del Club Cuernavaca, le gustaba organizar comidas en su casa y nos invitaba frecuentemente a mi esposo y a mí, a departir con personalidades del mundo de la cultura. Una de esas tardes escuché, a la señora Margarita hablar con nostalgia de un mundo cultural en el que Diego y Frida habían sido los reyes, pero también un mundo en el que la ruta indicada por Siqueiros estaba siendo cuestionada por gente tan valiente como su hermana Cordelia.

 Pero ¿saben qué me impresiona más que la valentía de Cordelia? Me emociona mucho su vocación, llevada hasta el grado de tener que pintar de memoria, echando mano de la imaginación y el tacto, cuando la mácula que padecía la fue dejando ciega. Entrando a las salas del Borda, yendo al lado derecho, nos encontraremos con sus autorretratos. El que está de frente, uno que muestra a la elegante mujer con los ojos casi vacíos nos los dice todo: no es que no haya nada en esos ojos, es que no sabemos si e azul grisáceo esfumado que emana de ellos resplandece o se autoconsume.

 Siendo una pintura muy mesurada en los detalles, casi puro color  -el dibujo a línea continua solo la perfila-, termina por mostrarnos su pasión por la pintura-pintura, la importancia que tenían los asuntos plásticos para ella. Por favor, sientan ustedes cómo no es el modelo lo que importa, como en los autorretratos de junto, sino la angustia de ir careciendo de la vista, el tema principal.

Víctor Hugo Núñez en Tepoztlán

Hace casi un mes que se inauguró en el Ex Convento de Tepoztlán la exposición de Víctor Hugo Núñez, el chileno-morelense al que uno siempre percibe tan pasional como buen escultor. La puesta en escena de tantas y tan buenas obras se la debemos a la gran Marcela Tostado, incansable promotora cultural que se ha ganado el respeto de los tepoztecos y tepostizos, por su seriedad y compromiso con la difusión del arte.

 De la obra de Núñez se pueden decir un montón de cosas: abordarlo a partir de la fantasía creadora que lo lleva por el mundo del erotismo abre un amplio capítulo que incluye cuerpos femeninos más que masculinos, pero también podemos acercarnos a su zoología fantástica y tarde o temprano le encontraríamos linaje, vínculos prehispánicos.

 Por otro lado, las transgresiones que ha realizado a los cuerpos humanos -los fragmenta, los corta a la mitad, los une con ángulos de fierro-, invitan a pensar en un franco interés de su parte de insertarse en las tendencias plásticas contemporáneas. Es decir, Núñez pasa del manejo casi académico del cuerpo humano, al manejo posmoderno que metaforiza temas como la violencia y el conflicto interno.

 Durante la inauguración, al dar la explicación de la obra, el también excelente cocinero, habló sobre el impacto que generan en la memoria colectiva los desmembramientos de las víctimas de la violencia y sobre cómo estos asuntos necesariamente se van tornando estéticos, al ser parte de la cultura visual de todos: artistas y no artistas.

Aprovecho el espacio para celebrar también la pieza monumental que instaló recientemente en Jardines de México, una obra fitomorfa a la que le cayó muy bien el color rojo, que complementa el exuberante verdor del entorno.

Conferencia sobre la imagen de Emiliano Zapata

 El día de mañana, jueves 10 de abril, se cumple un aniversario más de la muerte del Caudilllo del Sur. Sobre el liderazgo de Emiliano Zapata se han dicho muchas cosas y seguramente se dirán desde las tribunas políticas muchas más. El uso político de la imagen es siempre voraz: sus ideales se resignifican, sus pérdidas se aprovechan para convencer masivamente.

No obstante poco se habla de su interesantísima imagen, misma que se actualiza constantemente a partir de unas cuantas fotografías multirreproducidas de su rostro.  En el Jardín Borda charlaré sobre este y otros aspectos de la representación que atañen al de Anenecuilco, pero que también nos aluden a nosotros como constantes consumidores de representaciones artísticas y mediatizadas. Ojalá, querido lector, lectora, que se te antoje el tema y podamos departir, la cita es a las 5 de la tarde.

Vas a ver: Nueva York: indispensable para sobrevivir

Es lugar común, pero es cierto: los viajes ilustran.

Es cierto, pero poco aprovechado: los museos nos trasladan a otros tiempos y realidades, nos hacen vivir la belleza (o el horror transformado en belleza), in extremis. Vibrar.

Nueva York, aquella ciudad que se dice compraron los holandeses por 26 dólares a los habitantes originales, es el paraíso para los amantes de la cultura organizada para el consumo masivo. Es verdad que la mayoría de las veces los dineros no alcanzan para aventurarse hasta allá, y sin embargo, hay que ir. Como Manhattan no hay dos para escapar de la mediocridad de la vida cotidiana.

Habiendo dedicando esmerada atención y enamorado corazón a varios de los museos landmark de la ciudad de los rascacielos la semana pasada, quiero compartirles algunas de mis mejores vivencias, imágenes, recuerdos, aprendizajes, emociones. Puros regalos para el alma, reencuentros con la vida.

En el Metropolitan Museum, conocido entre los neoyorquinos como “el MET”, la expo de Carpeaux, escultor francés del XVIII que sin el menor pudor imitó la materia humana (carne y emociones) con mármol, yeso y barro, logra que nuestros sentidos desafíen la razón: ¿esos músculos son de piedra? ¿cómo logró expresar el artista a tal grado el sufrimiento de un padre por sus hijos?¿de dónde el artista saca esa destreza creativa que lo eleva a rango divino?¿por qué siendo tan talentoso como artista sufrió e hizo sufrir tanto a los humanos?

Luego, de ver esta y otras dos muestras temporales  -una de ellas sobre el arte budista extendiéndose por Asia en el siglo VII--, me dediqué a los highlights del museo -la visita que propone el director Thomas Cambell para la audioguía-, paseo que se convirtió en el postre del día, porque deambular entre miles de obras de arte escuchando comentarios sobre algunas piezas selectas, sin prisa, con la posibilidad de repetir el explicativo en el idioma materno, es un regalo que no debe desaprovecharse.

La Biennal de Whitney, por otra parte, me dio la oportunidad de conocer no sólo a los mejores, a las más jóvenes promesas del arte contemporáneo norteamericano, sino de sopesar lo que los curadores más afamados del momento proponen para el arte contemporáneo.  De lo mostrado en las muchas salas ocupadas por este evento icónico del arte de vanguardia, se concluye que la sexualidad ya no será el tema fundante del arte, pero que cuando aparezca, lo hará con una crudeza que espanta (Travis Jeppesen); entendemos que la tecnología seguirá siendo el soporte o medio de muchas obras de arte, pero ya no será indispensable y lo mejor de todo, queda claro que la vuelta al objeto es real, que la destreza propia del dibujo y la maestría de lo bien pintado volverán a ser las estrellas del juicio estético (Paul P., Elijah Burgher, Joel Otterson, Laura Owens). ¿Lo que más me gustó de la bienal? Que es resultado del revisionismo de la historia del arte y que las técnicas llegan a tal grado de sofisticación y mezcla de lenguajes, como para que la obra de un tal Karl Haendel sea inolvidable.

Por cierto, en el segundo piso el tótem-cruz (la pieza se llama “Choose any three”), de Jimmie Durham, artista que actualmente reside en Berlín, pero que trabajó en Cuernavaca algún tiempo, me recordó lo impactante que puede ser para un extranjero la historia de México: su escultura propone que escojamos tres nombres de entre varios que son míticos, figuras fundacionales o arquetipales, una de ellas Emiliano Zapata.

Por lo que respecta al MoMA, encontrarme con las piezas de Rivera, Orozco, Siqueiros, y Frida, me garantizó un buen comienzo del día, pero la sorpresa me la llevé al toparme con las fotografías de Robert Heinecken, cuyos complejos montajes y elaborados collages no conocía, y a quien pienso dedicarle tiempo de estudio porque es uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX. El artista juega con la hiper-realidad haciéndonos dudar de sus fotografías que parecen dibujos porque a veces son las dos cosas, pero sobre todo, porque trabaja con imágenes que vienen de los propios medios de comunicación y por lo tanto los pone en tela de juicio.

Sin mucho espacio para abundar más en lo vivido recientemente a través de los sentidos, les comparto que en el Museo de la Ciudad de NY, la expo de Graffitis (la colección de Martin Wong) me dejó con la boca abierta: resulta que el medio expresivo visual que comenzó llamándose “writings” (escrituras) y que era de y para los transeúntes marginados del gran arte, terminó siendo un arte de galería que se vende hoy en miles de dólares: algunos de los graffiteros de aquellos días hoy son diseñadores de grandes firmas como Nike y viven del arte que se vende a coleccionistas en establecimientos elegantísimos. El graffiti es hoy obra de caballete, cual vuelve a probar que todo en la vida, hasta la contracultura, se torna artículo suntuario.


Por último, les cuento, queridos lectores y lectoras, que la colección de joyería de fantasía y piedras semi preciosas de la socialité mexicana Barbara Berger es un estupendo ejemplo de lo que se puede hacer con dinero y por pasión. Expuesta en el Museo de Arte y Diseño (Mad Museum) en Columbus Circle, la selección demuestra cómo la moda y el cuerpo pueden dejar de ser lo superfluos que son la mayoría del tiempo, para convertirse en el soporte de la creatividad y el artificio más sofisticados del mundo.