viernes, 16 de octubre de 2015

Vas a ver: Cuentas pendientes: propuestas para 3 exposiciones en el estado de Morelos

1. Estaba pensando en la ventaja de tener acceso a internet como un método de divulgación de las investigaciones artísticas que uno lleva a cabo. Horacio Rentería Rocha (1912-1972) fue un artista duranguense que vivió en Taxco, Guerrero, sus últimos años y por lo mismo quedó obra suya en el estado de Morelos, la suficiente como para montarle una muestra en alguno de los espacios cuya vocación es el arte surgido en los alrededores. El Jardín Borda sería ideal para esta tarea.
El caso es que diversas personas interesadas en este pintor de identidad hasta cierto punto ignorada, han escrito a este blog tratando de saber más sobre el artista, o comentando que poseen piezas de la autoría de este artista que parafreseaba estilos coloniales durante la primera mitad del siglo XX. “Los niños de Horacio” o “Los niños de Rentería” le llaman a algunas de sus piezas más conocidas, en las que hace gala del preciosismo por los detalles que es capaz de poner en sus piezas neobarrocas. Pero ojo, hay bastantes “horacios” falsos y es relativamente fácil descubrir una lisura o modernidad en las piezas carentes de finura en el trabajo de encajes y ornatos, así como en la falta de cuidado en el color y acabado de las encarnaciones.
No está por demás recordar que de Rentería se han visto piezas en más de 200 subastas, siempre dándose el caso de que conserva su posición como pintor acreditado por la temática infantil de tono costumbrista que puso de moda: niños vestidos a la antigua usanza, en cocinas o ambientes campiranos, decoradas las piezas con flores y trastos mexicanos. También son comunes los paisajes que realizó y aunque los retratos de los virreyes de la Nueva España –que realizara copiando los que están hoy en día en el Museo del Virreinato- podemos definirlos como obras maestras del pintor (uno de ellos en la colección del Museo Soumaya), también hay que decir que existen “obras menores” salidas de su mano.

2.Por otro lado, a Luis Arenal Bastar, pariente de David Alfaro Siqueiros (que no se llamaba David), se le debe una muestra pictórica y de grabado, dado que no sólo fue un pintor más importante de lo que se cree comúnmente (se le ve como un apéndice de su famoso cuñado), sino que fue fundador, junto con Leopoldo Méndez y Pablo O´Higgins del Taller de la Gráfica Popular, en 1937.
De Arenal se había hablado a raíz de la exposición que se montara con su obra en el Centro Nacional de las Artes en México hace casi dos años, se hizo la propuesta a la gente encargada de la Secretaría de Cultura de Morelos con la encomienda de encontrar más obra suya en el estado, lo cual es viable dado que su viuda Graciela Castro vive aquí; asimismo se sugirió incluir la historia de la célebre Tallera, dado que fue él y no Siqueiros quien construyó tal espacio como centro productor de murales.
De la obra de Arenal y la exposición que se le iba a montar en Cuernavaca, en donde residió hasta el final no se supo ya nada, pues la iniciativa no prosperó en la secretaría respectiva. Lo mismo sucedió en un principio con la exposición de la inglesa Joy Laville, a quien se tardaron en montarle en el Jardín Borda, la que hasta el día de hoy podemos admirar (octubre 2015), siendo en un principio iniciativa de Edgar Assad, quien hoy funge como encargado del Instituto de Cultura de Cuernavaca, dependiente de la gestión de Morales Barud.
Otro artista a quien se les podría rendir una especie de homenaje montando lo producido en el estado y sobre todo la gestión cultural realizada aquí, es Jimmie Durham, alemán de quien acabo de encontrar un librito curioso en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México, residente en la década de los noventa en Cuernavaca. Pero ésa es ya otra historia. FIN. 

Artículo publicado por: Diario de Morelos 
Por: María HelenaGonzález
Correo electrónico: helenanoval@yahoo.com.mx


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