lunes, 27 de julio de 2020

Vas a ver: José Agustín: un BMW en Cuautla

1 . Hace unos días adquirí en la Librería Virgo, ubicada junto al Museo Morelense de Arte Popular, el libro del periodista e investigador Mario Casasús titulado “José Agustín en Morelos”, publicado por las editoriales Libertad Bajo Palabra y Archipiélago. Y quiero contarle, querido lector, que lo he venido disfrutando como si fuera un menú, porque los capítulos en los que se nos presenta la trayectoria del renombrado escritor de la llamada Literatura de la Onda son en realidad una recopilación de reseñas y entrevistas realizadas por diversos autores, entre los que se cuentan renombradas plumas.

Felicito al compilador Casasús, porque a pesar de que me dice, vía messenger, que el volumen puede crecer, en una segunda edición, con más fotografías y testimonios (habría que añadir el de pintores que han ilustrado su trabajo, como Leonel Maciel), en éste logra dar cuenta de una vocación única.

Leyendo la entrevista que le hace en 2006 (publicada originalmente en Archipiélago, UNAM, núm. 51), comprobamos que José Agustín es como un BMW en Cuautla: un creador de primera, en una ciudad en la que la vida cultural no es de reflectores. La afortunada metáfora la emplea el propio José Agustín para referirse a las visitas de Gabriel García Márquez, su compadre, a esa Heroica e Histórica ciudad en repetidas ocasiones, pero quedaría como anillo al dedo a nuestra entidad, elegida por distinguidos personajes de la cultura que prefieren el anonimato, Gabriel Zaid y Vicente Rojo entre ellos.

De Alfonso Reyes y Malcolm Lowry, quienes habitaron en Cuernavaca durante la primera mitad del siglo pasado y pusieron a Morelos en la escena literaria internacional ya hemos hablado en esta columna. Mientras que con excepción de Gregorio Lemercier e Iván Illich, sobre los cuales existe gordo libro de Lya Gutiérrez Quintanilla, están pendientes las vidas de Pablo Neruda y Erich Fromm en Morelos.

2. De la entrevista de Casasús rescato la idea de que en la cárcel se han escrito “intensos” libros. El “Don Quijote”, de Miguel de Cervantes Saavedra, “Diario de Lecumberri”, de Álvaro Mutis y “Los muros de agua”, de José Revueltas. Añadiría yo “La isla de los hombres solos”, de José León Sánchez, a quien por cierto tuvimos la suerte de escuchar, hace poco más de un año, en el Jardín Borda, hablando de su proceso creativo estando preso. Termino esta idea preguntándome ¿cuántas novelas se habrán escrito estos días de confinamiento por COVID-19 en Morelos?

De la misma entrevista rescato la idea de que el autor nacido en Guerrero, es muy generoso y lejos de vivir aislado, hizo historia en Cuautla por los famosos talleres literarios que organizó en el Museo Casa de Morelos, pues a los mismos se acudía con gusto a escuchar a Ángeles Mastretta, María Luisa Puga, Laura Esquivel, José Emilio Pacheco, Poli Délano, Vicente Leñero, Felipe Garrido, Marco Antonio Campos y por supuesto el recientemente desaparecido y gran antropólogo Carlos Barreto Mark, reconocido especialista en el zapatismo.

3. En ese sentido, le cuento que el también escritor Pedro Ángel Palou recuerda haber asistido a una caótica tarde, a compartir cálido patio con ese exótico personaje que fue Rubén Salazar Mallén e integrantes de la banda Los Panchitos, por supuesto casi todos hasta el gorro de mota. No es raro entonces, que Palou confiese haber sacado algunas ideas locas de esos encuentros para sus libros, a los que también acudía Juan Villoro.

4. Narra Socorro Venegas, que en 1995 se publicó “Palabras pendientes. Poesía y narrativa joven de Morelos”, compilación antologada en dos momentos sucesivos por el brillante periodista Juan Pablo Picazo y por ella misma, con portada de Rafael Cauduro y prologado por Javier Sicilia. Ese hecho demuestra la voluntad persistente de apoyo a los noveles escritores, por parte de quienes serían los “papás” de la escritura morelense de la segunda mitad del siglo XX y la primera parte del XXI, al que niega que los creadores vengan a encerrarse en su torre de marfil. Por fortuna no vivimos en la orfandad total.

Añade la hoy importante funcionaria, que José Agustín lleva “una vida relajada, pero no anónima” en Cuautla y que quienes promueven la cultura por allá, lo siguen convocando a participar en eventos. Yo no tengo la suerte de conocerlo. Me gustaría hacerlo muy pronto.

FIN

Por María Helena González / helenagonzalezcultura@gmail.com

https://www.diariodemorelos.com/noticias/vas-ver-jos-agust-n-un-bmw-en-cuautla?fbclid=IwAR2LvwE2xS8BmLKxBlNd1eF342wZzVoGrizh8wZ1_guKA83FDxdHOmKdqsE

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