martes, 18 de marzo de 2014

Exposición de taller literario y pictórico del CERESO femenil de Atlacholoaya: dignidad y reconocimiento a las mujeres en la sombra.

1. Independientemente de las acciones huecas y de fachada que se organizaron en muchos lugares con motivo del Día de la Mujer, en nuestro estado también existe el trabajo de a de veras, pues varias organizaciones civiles laboran día a día en pro del desarrollo social vinculado con el del espíritu. Afortunadamente creen que el arte es terapéutico y modifica la manera de entender el mundo. De eso está convencida la escritora Elena de Hoyos, quien como tallerista del Centro de Readaptación Social (Cereso) femenino de Atlacholoaya ha luchado vehementemente por una mejor comprensión de la condición de vida de la mujer encarcelada, por su readaptación social a partir del fomento a la cultura.  Elena es capaz de contar anécdotas tan conmovedoras como la sucedida el sábado pasado. Resulta que en un evento político llevado a cabo en el centro de la ciudad leyó un poema de una de las internas que causó una catársis inesperada. El hecho se dio frente al hombre que la metió a la cárcel, su exmarido y la nueva familia de este, sin haber estado previsto el encuentro. Y cuál iba a ser la sorpresa de la también perfomancera, cuando pasado el rato supo que esta mujer, una de sus más brillantes y apasionadas alumnas en la sombra había sido motivo de la admiración no sólo sus hijas, sino también de su expareja: su nueva condición de escritora le dio un estatus respetable frente a la sociedad, incluyendo a quienes antes la despreciaban.  Para Elena de Hoyos, el fomentar la escritura y publicación de las experiencias de vida de las internas es un acto de psicomagia que las libera de la invisibilidad y la vergüenza porque se honran sus trabajos; pero además es un ejercicio que en algo evita la discriminación, porque muchas de ellas terminan siendo admiradas por su trabajo artístico.  Recientemente también se organizó un evento en que las talleristas (Colectiva nombrada Hermanas en la Sombra) recibieron cartas de los alumnos de una escuela como resultado de la lectura de sus trabajos literarios. Las cartas iban dirigidas "a las que resisten", "a las más valientes", "a las que aguantan todo". ¿Qué nos dice esto? Que los jóvenes entienden el arrepentimiento y la expiación de culpas de una manera más amplia, tolerante y fina de lo que uno a veces podría pensar.  Lo que este tipo de talleres fomenta es ir en contra de la indiferencia, lo que se hace tratando de reeducar es fomentar la cultura de la reconciliación porque se sana la herida de la separación de las personas encarceladas con el resto del mundo. ¿Es trabajo social o es cultural? Es las dos cosas y a mí me queda claro que es trabajo urgente cuando Elena, mi tocaya me recuerda: "Amiga, la gente sale de a cárcel y algo hay que hacer con ella". 2. Todo esto lo cuento, porque este jueves 13 inauguramos una muestra de trabajos dibujísticos y pictóricos realizados por estas mujeres en la galería del Colegio Cristóbal Colón. La muestra incluye las imágenes del calendario patrocinado por el Instituto de la Mujer y el Instituto Morelense de Radio y Televisión, organismos comandados por Adriana Mujica y Olga Durón, dos mujeres inteligentes, convencidas de que el arte tiene una función social muy importante.  Las obras logradas a base de técnicas de aguada (acuarela, tinta) son resultado del taller de Pilar Hinojosa efectuado en Atlacholoaya. Son ejercicios, no fueron pensados como obras de arte, aunque no podemos negar que hay varias de alcances estéticos mayores.  Destacan en el concepto curatorial el anonimato y el trabajo colectivo, en ningún lado dice reclusa y no reclusa, al contrario, mostramos al mundo las cosas buenas que hacen ellas sin señalarlas. Apreciamos algo que hemos despreciado: la carne de presidio. Por eso consideramos que hacer estos calendarios rebasa la idea de empresa cultural y sobre todo el hecho de que la exposición es un intento de sanación de la sociedad. La muestra incluye el trabajo de las integrantes de "A la sombra del Guamúchil" (Elena de Hoyos, Aída Hernández y Agnes Alegría), quienes quedan en el mismo nivel que las internas. Aída Hernández, activista social experta en perspectiva de genero, reconocidísima internacionalmente en la materia, ha encuadernado libros y participado en las actividades más sencillas de la "Colectiva Hermanas en la Sombra", la de las encarceladas.  Por lo que respecta al trabajo expuesto, puedo decir que llama la atención la experiencia de Pili Hinojosa en lo que se conoce como Sumi-e, una técnica cuya economía de elementos y su vínculo con la expresión emocional más pura le ha garantizado resultados inmediatos. Como dice Galia Tonella, una de las autoras aprendices: el hecho de enfrentarse a la hoja en blanco la hizo aceptar los errores y aprender a fluir con ellos. "Deja el brazo libre, no tengas miedo al error, es parte de la obra, no juzgues", le dijo Hinojosa un día y como resultado ella le escribió un sentidísimo texto de agradecmiento que se leerá en la muestra. 3. En fin, que esto sí es una nueva visión de la cultura de la dignificación de la mujer encarcelada. Concluyo diciendo que el Instituto de la Radio y Televisión Morelense casi termina el proyecto de los audiolibros surgidos de los relatos de vida de las mujeres caídas en desgracia. Sin salir de la cárcel, ellas estarán presentes en muchos lugares a través de sus voces grabadas. Por supuesto que sueñan con pedirle a sus familiares y amistades que acudan a oír sus historias, historias que por circunstancias de vida nunca oyeron, pero que ahora, tamizadas al calor de la forma artística adquieren otro valor, se resignifican. Desde luego, todo esto resulta de actos de buena voluntad y ánimos de redención. Ojalá el director de los ceresos, Jesus Valencia Valencia, continúe con esto que es una de las mejores prácticas del gobierno actual. Otro logro es que a través del Instituto de la Mujer los libros publicados por ambas colectivas se han enviado a librerías y bibliotecas de toda la república. El Colegio Cristóbal Colón busca participar activamente con las tareas más positivas y participativas de la sociedad: vincular a los alumnos con la condición humana es objetivo didáctico. FIN

María Helena Noval

No hay comentarios:

Publicar un comentario