lunes, 23 de mayo de 2016

La UAEM y las artes: promoción y gestión

1.
En los 22 años que llevo viviendo en este estado, no recuerdo otra época en la que se haya visto un apoyo tan fehaciente de las artes por parte de la UAEM. Los datos duros que podemos analizar prueban que el sector ha crecido no sólo porque el número de personas involucradas en la formación de creadores, investigadores, profesores, teóricos, historiadores y demás profesionales del arte ha hecho lo propio, sino porque en términos de visibilidad –me refiero al Museo de Arte Indígena Contemporáneo patrocinado por esa casa de estudios- ha resultado un muy buen escaparate para esas labores propias de la creatividad desde su inauguración el 13 de julio de 2015.
El día de mañana, 24 de mayo a las 12 del día, Enrique Humberto Cattaneo y Cramer, pintor e impulsor de la gráfica artística rendirá cuentas por tercera ocasión como Director de la Facultad de Artes (que está cumpliendo 16 años de edad) e informará, como lo manda el estatuto universitario, que actualmente la facultad cuenta con 410 alumnos (licenciatura y posgrado) y 79 docentes (profesores de tiempo completo y parcial), contrastando con 30 alumnos y 12 profesores que había en el año 2000. Entre junio de 2013 y 2016, se reestructuró y re acreditó la licenciatura en artes y las dos maestrías que promueven (Estudios de Arte y Literatura y Producción Artística) cuentan con 41 alumnos que han visto pasar seminarios, coloquios, conferencias, conversatorios (esta palabra está de moda) y exposiciones de manera continua, éstas últimas en su galería ciertamente poco visitada por el público en general y siéndolo más por el espectador especializado porque le hace falta más difusión. Cabe aclarar que la mayoría de los alumnos en esa facultad cuentan con algún apoyo económico que puede ser beca salario, beca de manutención, beca por servicio social y Proyecta 100,000.  
No dejamos de mencionar que el área de Humanidades destaca por encima de las demás en materia de publicaciones y en el rubro específico de las artes han nacido 49 volúmenes entre 2005 y 2015.
En toda esta historia hay que tomar en cuenta que la facultad no cuenta con las instalaciones adecuadas todavía, están a un 50% de lograrlas y se estará buscando próximamente el recurso estatal o federal para terminarlas, vía la propia universidad o la Secretaría de Cultura del estado. Obviamente el gasto corriente asignado ($788,829.00 para los tres años de la administración actual) y los recursos auto generados por concepto de cursos propedéuticos ($1,466,892 en el mismo período) no son suficientes para lo que se quiere alcanzar.
No nos olvidemos de las rispideces que se han presentando en tiempos recientes entre el gobierno estatal y la rectoría de la UAEM, ojalá que esto no afecte el derecho a la educación que tiene todo ser humano y más si se trata de un área tan sensible y necesaria para el espíritu, como son las humanidades y en específico las artes. En todo caso, bien por Cattaneo que ha realizado una estupenda labor como director de la facultad, el entusiasmo y el amor por el arte característicos de su persona han rendido más que jugosos frutos: han puesto en la escena nacional una escuela de artes con rumbo.    

2.
El miércoles pasado, 18 de mayo, fue el Día Internacional de los Museos y la fecha pasó sin pena ni gloria en la localidad. La excepción, sin embargo, se la debemos al Museo de Arte Indígena Contemporáneo (MAICO) de la UAEM, en donde gracias a la siempre noble gestión de los maestros Wilfrido Ávila y Graciela Salas, se inauguró una muestra dedicada a esa hermosa manifestación hecha con cera de abeja en tiempos pasados -hoy elaborada asimismo con parafina porque el kilo de cera vale $250 mientras que el de parafina vale $55- llamada Ceras Escamadas.
Preocupa el hecho de que en Morelos se esté perdiendo esta tradición; hemos visto trabajos memorables y piezas de altísimo nivel ornamental en las procesiones a lo largo de los años, pero cada día se venden menos ceras escamadas y los artesanos están dejando de producirlas para poder vivir de otra cosa. En Atlatlahucan y Ocotepec, por ejemplo, quedan sólo dos cereros. Esto se debe a la falta de promoción de esta técnica y al hecho de que hoy se acostumbra encender veladoras eléctricas en las iglesias.
En la plática que sostuve para esta entrega con el siempre amable y sabio Maestro Enrique Rodríguez, director de La Pasión de Frida –asociación conformada para la promoción del trabajo artesanal en 2007-,  me informó que para este montaje del MAICO se reconocieron las trayectorias de Don Rafael Villegas de Atlatlahucan, quien tiene 50 años como maestro cerero, siendo esta su primera vez una muestra; Ignacio López Juárez de Ocotepec; Miguel Tlacomulco Zapotitla de Tlayacapan; Anselmo Pérez Guerrero y Lino Mayolo Aguirre de Tepoztlán; Roberto Basilio Santos de Axochiapan e Israel Tlapala de Tetelcingo, sumándose así los 6 municipios cereros de Morelos. Estos esfuerzos dan a conocer el delicadísimo trabajo de la cera moldeada y modelada, pero también le gritan al mundo que hay que hacer algo para que no se pierda el sentido propio de identidad de las comunidades: hay que solicitar apoyo de las instituciones. Ω




Por: María Helena Noval

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