lunes, 1 de julio de 2019

Vas a ver: Ojo con el mercado de obras de arte: sobre “La mesa herida” y más

1.
La semana pasada circuló en algunos medios informativos de Morelos, la noticia sobre una persona detenida al intentar apostillar, en una notaría de Jiutepec, un documento que da cuenta de la compraventa de la obra titulada “La Mesa Herida”, pintada por Frida Kahlo para la Muestra Internacional de Surrealismo, montada en la Galería de Arte Mexicano en 1940, desaparecida en 1955 en Varsovia.
Tratándose de la celebridad de la autora y dado que el documento apostillado supuestamente iba a terminar en Londres, el notario Marcelino Fernández Urquiza solicitó la intervención de la Direccion Jurídica del Gobierno del Estado. Llegada la tramitación hasta ese punto, la Fiscalía General del Estado detuvo a su chofer por 48 horas.
Lo que los interesados en el arte no sabemos, es si se pedirá a un juez que ordene al notario que informe sobre el PROPIETARIO del DOCUMENTO para saber si éste conoce el paradero de la pieza extraviada, ¿por qué quiere darle validez oficial a un documento elaborado en la década de los cuarenta?
También se dijo en los medios, que quien revivió el tema fue Helga Prignitz Poda, a partir de la exposición que curara recientemente sobre Kahlo, para un museo en Badén-Badén, Alemania. Pero no se dieron a conocer declaraciones de peso de otros especialistas en la obra de Kahlo. Y la INTERPOL, organismo internacional encargado del tráfico ilícito de obras de arte, o el ICOM -Consejo Internacional de Museos-,  han emitido declaraciones.
Lo primero que piensa una frente a un caso como este, es que será uno más de los intentos memorables de colocación de “obras problemáticas” en colecciones particulares. ¿A quién se le ocurre querer comerciar una pieza declarada patrimonio nacional en 1984? ¿Se debió haber hecho el apostillado tratándose de una obra NO comerciable?

2.
No es la primera vez que en nuestro estado circulan obras atribuidas a Frida Kahlo   a la venta. Hace unos diez años, cuatro o cinco corredores de arte locales andaban ofreciendo una caja de madera rectangular, supuestamente decorada por la pintora. Puesta a la vista de los expertos en su obra, la caja siempre resultó fraudulenta.

3.
Aquí mismo, en CUERNAVACA se vendieron hace unos 20 años, dos dibujos atribuidos a Diego Rivera con sellos del Instituto de Investigaciones Estéticas al reverso, también falsos: una simple investigación llevada a cabo en las instalaciones del instituto de la UNAM aclaró el asunto: ellos no sellan las obras prestadas para exposiciones o evaluadas por sus investigadores.
Otra cosa qué hay que saber es que los investigadores, historiadores o críticos de arte pueden dar OPINIONES AUTORIZADAS sobre sus áreas de expertisse, no sobre todos los temas. Y NO SON CERTIFICADOS DE AUTENTICIDAD. Quienes nos dedicamos a esto, nos vamos especializando en un artista, un momento histórico, un material, etc.. Y el CURARE, grupo de especialistas creado en los años noventa para dictaminar autorías -entre otras cosas-, nunca se terminó de echar a andar.

4.
Ojo querido lector:
Hoy circulan en Morelos muchas piezas que “no son buenas”. No sólo porque carecen de papeles, o estos son igual de falsos que las obras que avalan, sino porque en el caso de la obra gráfica de autores fallecidos está siendo impresa a partir de placas originales que no fueron cruzadas o destruidas, como debe hacerse una vez terminada la edición autorizada por el artista. Por lo tanto, no pueden ir firmadas y seriadas por el autor con lápiz, como debe ser.
También se han puesto a la venta piezas sacadas de moldes no elaborados por los creadores que firman las piezas, sino por los fundidores que trabajaban o trabajan con ellos. No se deje engañar.
La única manera de armar una buena colección de arte es estudiando los pormenores de ese gran tema que es el coleccionismo de obras de arte. No es lo mismo un connaisseur que un comprador de “firmas”. FIN.

Correo electrónico: helenanoval@yahoo.com.mx


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