lunes, 24 de abril de 2017

Vas a ver: Hacia la Ley General de Derechos Culturales de México: retos para Morelos (Tercera Parte)


-->
1.En el Título Tercero de la Iniciativa con Proyecto de Decreto que crea la Ley General de Derechos Culturales de México, se abordan los lineamientos y principios de la Política Cultural Nacional, cuya intención es facilitar la elaboración de Programas Nacionales de Cultura, en los que deberán colaborar los diversos niveles de gobierno y la sociedad civil. El Título Cuarto habla de la Sostenibilidad del Desarrollo del Sector Cultural, entendido éste como un campo en el que confluyen las entidades públicas, privadas y ciudadanas.

Es decir, de acuerdo con la manera en la que se están tomando en cuenta en el documento los beneficios de la cultura para el país, la sociedad civil será llamada a colaborar (con más insistencia que en el pasado) de manera transversal con las diversas instancias de gobierno, solicitándole su opinión, además de recursos económicos y en especie - para montar, por ejemplo, exposiciones artísticas, en las que se exhiben piezas de colecciones particulares-. Esto desde luego abrirá el espectro de lo que vemos en los museos, en donde priva una visión oficialista de la historia del país (el ejemplo actual es “Pinta la Revolución”, una rica muestra de obras valiosas en términos estéticos, pero poco crítica en términos de discurso curatorial).

Decíamos además, la semana pasada, que también es importante que se esté convocando a los creadores, a los artistas y a los técnicos para que hagan propuestas en torno a las políticas culturales pensadas para reconocer y recompensar su trabajo.

2.Estela Barona, destacada artista que le ha cantado a nuestro estado con admirable fervor -además de ser una incansable promotora cultural-, me recuerda además, que el Art. 24 de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Morelos en el Inciso VIII dice: “A la Secretaría de Cultura le corresponde apoyar, fomentar y difundir el trabajo de los creadores artísticos morelenses en todas las disciplinas, así como promover la apertura de nuevos centros de cultura y expresión artística públicos y privados”. Esto evidentemente está relacionado con el Art. 74, referente a las Atribuciones de la Secretaría de Cultura (Federal), que sugiere que en coordinación con las autoridades federales y los municipios se deberá diseñar y operar un Sistema Integral de Información Cultural.

Lo anterior le genera ilusión a esta escribiente, en tanto podríamos los morelenses emular la iniciativa y contar con una base de datos que diera fe del patrimonio cultural tangible e intangible de nuestra entidad, elaborada por investigadores y especialistas dispuestos a resguardarlo y promover el talento de los artistas locales. Casos como el del cronista Jesús Zavaleta, el líder de los artesanos Enrique Rodríguez, la entusiasta coleccionista de indumentaria indígena Margarita Gordon, los cronistas Heberto González de Matos y Carlos Lavín (entre otros) trabajan desde sus trincheras y merecen todo nuestro reconocimiento y respeto, pero hacen más falta vocaciones como las suyas.

3.La propuesta de ley habla también sobre los derechos de autor y los de propiedad intelectual. Este punto es de suma importancia, no sólo porque existen lamentables denuncias de plagio de textos literarios en el país, además del empleo de imágenes de autores a los que no se les pagan derechos por la reproducción de su obra para fines comerciales, sino porque en esos campos del Derecho estamos muy atrasados en nuestro país. Este rubro se relaciona con la práctica de la piratería, que tanto daño hace a los distribuidores de películas y música en México, misma que se vive a la luz del día en las calles, sin que nadie haga nada al respecto.

4.Hablar del fomento a la cultura para combatir la pobreza y fortalecer la seguridad ciudadana se ha convertido en un lugar común del discurso político de todos los partidos -cada uno de sus miembros entiende la cara bonita de lo bonito-, y por lo mismo será importante que a la hora de poner en marcha las políticas públicas con sus respectivos programas culturales se establezca de qué manera una cosa va con la otra: ¿por qué se combate a la pobreza educando en las artes? ¿Por qué se fortalece la seguridad de los individuos?

El gran error de quienes trabajamos en este sector ha sido entender que promover la llamada alta cultura soluciona las necesidades de todas las muy diversas comunidades del país. El tejido social no es uno, sino muchos. Por cierto, de la diversidad cultural hablaba muy bien el Dr. Rodolfo Stavenhagen, a quien el 26 de abril se le rendirá homenaje durante el Coloquio titulado “Las Autonomías Indígenas en México, retos y perspectivas, un homenaje a Rodolfo Stavenhagen” a partir de las 9 AM. Esto en el marco del debate sobre la construcción de municipios indígenas autónomos en nuestro estado, otro de los asuntos relacionados con la ley de cultura. FIN


Por: María Helena Noval

No hay comentarios:

Publicar un comentario