sábado, 22 de febrero de 2014

Vas a ver: Luto en el gremio cultural morelense y Caravana Verde Nuevo

Apenas conocerlo comenzó a hablar de las relaciones entre cultura y mejoría social, su ánimo y discurso convencían, era un enamorado de su trabajo.  Nos unió en desayuno el Diputado Panchito Rodríguez y su simpática y activa esposa Lucina Longar, muy interesada en el desarrollo de Cuautla.  Insistieron en la necesidad de apoyar la Casa de Cultura de esa ciudad, me invitaron a Atlatlahucan y hasta la reinauguración de su casa de cultura fuimos muchos a dar, hace más de un mes.

Hoy lunes un comunicado del grupo conocido como Cultura 33 exige el esclarecimiento de su muerte. A Jorge Paredes Pino, el animoso promotor cultural de quien hablamos lo asesinaron hace unos días. ¿Asalto comprobado, crimen pasional?. No importa el movil. Lo que importa es que se trata de un horrendo crimen cometido en la persona de alguien que se dedicaba a hacer el bien. Importa mucho también, porque detrás de la indignación del texto promovido por los integrantes de C33 está el hecho de que ya no creemos en la justicia: quién, cómo y por qué son preguntas que se nos clavan en el alma de nuevo.

“Era exageradamente culto, era también contador, su hermana es secretaria de finanzas de Mérida, fue maestro, fue director de cultura en Cuautla con Sergio Valdespín, era muy hábil para formar bandas y presentar proyectos ejecutivos al gobierno y conseguir recursos para gestión cultural.  Manejó este tema en Tetela, en Mazatepec y últimamente era asesor en Atlatlahucan. Recientemente había contactado con Ocuituco. En su sepelio había cantidad de jóvenes porque fue maestro de corazón, acomodó a muchos en el extranjero, y en el país. Da mucha tristeza perder a alguien tan preocupado por la cultura, tan creyente en eso. Tenía muchos amigos, el miércoles cenó con unos, le compuso una Oda a Cuautla preciosa, era maestro de canto y de baile. A Lucina, mi esposa, le compuso un vals. Yo hablé con él el miércoles, porque teníamos un programa de cultura, que ahora vamos a llevar a cabo en su honor”, me cuenta el Diputado Rodríguez Montero, a quien le llamo horrorizada por la noticia.

El currículum de Paredes indica que formó el grupo de Opera Municipal de Cuautla, que a la fecha se ha convertido en Opera de Tetela del Volcán y se ha presentado en diversas ciudades y estados con muchísimo éxito, llevando en alto y con gran calidad la cultura del Bel Canto, que le otorgaron el premio al mérito artístico de la ciudad de Cuautla que organizan los medios de comunicación, precisamente por la dirección de este grupo de ópera, que en el municipio de Tetela del Volcán abrió la casa de cultura y creó la Banda de música del Centro de Bachillerato tecnológico agropecuario No. 155 y que consiguió, por medio de programas federales apoyar muchísimos proyectos ciudadanos de cultura, además de haber organizado la rondalla del municipio, el coro municipal, el ballet folclórico municipal y haber grabado 2 discos con el apoyo de CONACULTA.  Fue además Secretario del Consejo del Patrimonio Histórico de Cuautla, Morelos A.C., una de las organizaciones más serias del estado en materia de conciencia sobre la identidad material de los morelenses.

Con su muerte perdemos a un valiente trabajador de afinada vocación artística, a un convencido del valor de la promoción cultural y la educación artística y esto duele y asusta mucho. Descanse en paz Jorge Armando de Jesús Paredes Pino.

Formación de públicos: fundamental acción de una política cultural
En otros asuntos, les cuento que la caravana Verde Nuevo propuesta por Cristina Faesler, Lázaro Valiente y Olga Durón, contó con la voluntad de 36 artistas que decidieron convivir por 10 días llevando lo que a cada uno le gusta hacer a varias poblaciones del estado. Se subieron a un camión ecológico prestado por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y se aventuraron animados por la idea de contagiarse y contagiar amor al arte y la tertulia cultural. Llevaban  bicicletas para generar la energía eléctrica que requieren los instrumentos necesarios para dar conciertos. Me cuenta la escritora, tallerista y actriz Elena de Hoyos que ella leyó poesía y textos de mujeres de la cárcel y que a pesar de que se encontró con resistencia al tema, porque a veces es difícil entender que las reclusas son tan humanas como nosotras, también logró retroalimentación y animosos mensajes para las habitantes de la prisión de Atlacholoaya.

Los ejes de la caravana fueron lo lúdico, lo autosustentable y la transversalidad, pero en general todo fue más fenomenológico que planeado, y en cada municipio que visitaron, la gente local los recibió en sus casas para darles comer y hospedarlos. ¡Qué maravilla que todavía existe la hospitalidad morelense!

Y si me preguntan qué opino, diré que se trata desde luego de una idea sensacional, divertida y exitosa por cuanto respecta a la súper urgente necesidad de formación de públicos, parte fundamental de cualquier política cultural que se precie de serlo.

Hace un par de días leía en el periódico que la Compañía Nacional de Danza está ocupando parques y plazas públicas en la Ciudad de México para presentar sus espectáculos a la gente no acostumbrada al escenario teatral y esto, además de ser una iniciativa similar porque de lo que se trata es de ir a buscar al consumidor de cultura a la calle, es de verdad una muestra de verdadera vocación. ¿Ustedes saben que la gran tragedia de mucha gente es no encontrar la propia y que esa falta es la madre de muchas adicciones? FIN

jueves, 13 de febrero de 2014

Reflexiones de domingo

Comparto con ustedes algo de lo vivido esta semana en Cuernavaca en materia de cultura, porque aunque estamos asustados por la inseguridad, muchos seguimos asistiendo a los conciertos, las exposiciones, las presentaciones de libros y las conferencias que se ofrecen.
Vocación y firmeza.
Este domingo vino la Orquesta Sinfónica de Acapulco al Teatro Ocampo a interpretar a Paganini y Rossini. Como para esto se necesita un violinista, quién mejor que el maestro Adrián Justus, experto en ambos músicos italianos.
Imagínenselo vestido de color gris alpaca y corbata azul, enamorado de su instrumento y desde que salió al escenario dando lo mejor de sí. ¿Cómo se sabe esto? Porque la complicidad con el director de orquesta fue notable, porque los stacattos fueron nítidos, porque puso la máxima atención en su ejecución, al  mismo tiempo que se dejó llevar por ésta. Porque la música fluyó entre nosotros con facilidad.
“Mira qué pies tan largos tiene” –me dijo una amiga-  y esa reflexión hecha al calor del sentir no fue banal: pronto caímos en la cuenta de que la manera en la que un artista se para en su ámbito de trabajo nos lleva a respetarlo.
A la salida, tal metáfora me llevó a valorar también el trabajo del maestro Jesús Quintero, quien ha sacado esa chambotota que es la continuidad de la vida artística del Teatro Ocampo, con mucha firmeza y muchas veces sin contar con el apoyo de la secretaría de la que depende. Ahí les va un ejemplo: este domingo no se repartieron programas de mano a la entrada; el subsecretario de cultura encargado de este detalle no pensó en la importancia de la inversión en material didáctico y el director de orquesta tuvo que comenzar la función destacando la falta, para luego explicar el programa que iban a ejecutar.
Vaya un abrazo al maestro Jesús Quintero, quien siempre recibe al público en la puerta, pase lo que pase antes de cada función, pues se trata de un profesional para el cual no hay días de descanso ni pretextos: él saca el trabajo como sea.
Vaya un abrazo doble porque desde los inicios de su gestión ha mostrado vocación y entereza, además de gran experiencia en su materia.
La gente de los libros no es cualquier gente.
Este año nuestro estado fue seleccionado como invitado a la FIL del Palacio de Minería. Tal participación destaca no sólo porque para la feria ídem de Guadalajara, hace un par de meses se dio todo en contra: quienes dirigen cultura se mostraban renuentes a que los libreros, editores y escritores fueran hasta allá. Por fortuna el subsecretario Jesús Zavaleta insistió y los libros morelenses viajaron.
En la XXXV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (19 de febrero-3 de marzo) se presentarán 130 actividades, 600 títulos producidos por más de 30 editoriales de libros y revistas morelenses, tanto institucionales como independientes. Los temas serán variados, desde literarios hasta científicos.
Y aquí hago un alto para destacar la labor de la gente de los libros, dado que desde la promotoría de la lectura, hasta la edición de esos objetos cada vez más en desuso que son los libros de papel, se requiere una vocación a prueba de todo. Entre esa gente encontramos al maestro Ángel Cuevas, a quien debemos agradecer un montón de cosas, comenzando por su gran sensibilidad cuando escribe sobre los autores a quienes va a presentar.
A Ángel todos quienes gustamos de la lectura lo apreciamos mucho. Y lo apreciamos por el respeto que se ha ganado: es lector agudo, es experto en la materia de libros escritos y publicados en el estado, es prudente amigo de escritores. Es poeta, es escritor el mismo. Cuando uno lo ve trabajar olvida que es funcionario de gobierno. Cosas nada fáciles, si tomamos en cuenta que la cultura del libro va en contra de la cultura de masas.
Galería de arte del TEC de Monterrey El viernes 7, el TEC de Monterrey inauguró un espacio para exposiciones de artes plásticas. Unas 60 personas celebramos la iniciativa a pesar de las reducidas dimensiones y la pobreza de los recursos museográficos, no sólo porque a esta institución le hacía falta el complemento humanista por cuanto respecta a los servicios educativos que ofrece, sino porque inauguraron el espacio con una muestra fuera de serie.
Se trata del trabajo de la familia Silva-Pantoja, artistas morelenses por amor al arte y al estado. Como muchos saben Adriano Silva Castañeda, Yolanda Quijano, Alejandro Quijano y Adriano Silva Pantoja viven entregados al trabajo artístico y han hecho carreras destacadas, cada uno a su manera y sin embargo con un hilo conducente que los aglutina: me refiero al arte fantástico y la paleta colorística que emplean.
Sobre ellos y sobre la noción de familias de artistas (¿Genética, influencias, estilo de vida?) hablaré en otro espacio. Queda decir, que el texto de inauguración de Fernando Silva, miembro de la Sociedad de Artistas Plásticos de Morelos fue espléndido. Habló con tanto tino sobre cada uno de ellos, que nos puso la piel chinita a los espectadores. Fernando demostró cómo un pintor es también un espectador hipersensible.  
Caravana locochona
El mismo viernes partió a bordo de un camión un puñado de artistas dispuestos a vivirlo todo por amor al arte. Movida por iniciativa de Lázaro Valiente por un afán que es experimental pero también jocoso, la aventura redundará en un rico intercambio de experiencias al cabo de una semana. Seguro bajarán de la nave con influencias recibidas y anécdotas inolvidables. Vamos a ver qué nos cuentan.

jueves, 6 de febrero de 2014

Consejo Ciudadano de Seguridad: ¿se vería reforzado con temas de cultura?

Esta semana el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal dio a conocer que Cuernavaca es una de las ciudades más violentas del mundo, dato que obtienen por un promedio del número de asesinatos y la cantidad de habitantes de cada metrópoli: “Entre las primeras 50 urbes del ranking, para el que se tomaron en cuenta 189 países del mundo, se encuentran nueve ciudades mexicanas. La primera de ellas –y la segunda más peligrosa a nivel mundial- es
Acapulco, con un promedio de 142.88 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Las otras ciudades, conforme su aparición en el registro, son Torreón, Nuevo Laredo, Culiacán, Cuernavaca, Ciudad Juárez, Chihuahua, Victoria y Monterrey.” (Fuente: Ciudades peligrosas /Aristegui /3 de febrero).
Ser habitantes de una ciudad considerada una de las 50 más peligrosas del mundo (consúltese también la página del INEGI: ENSU, Encuesta Nacional de Seguridad Pública en Zonas Urbanas), ver en crisis nuestra economía y encima de todo lo que nos sucede, ser víctimas de nosotros mismos, quienes revivimos cifras, datos de crímenes, gestos de miedo cuando conversamos, en un afán rarísimo de recordar el daño con palabras e imágenes, nos coloca en una penosa encrucijada que obliga a buscar salidas para defenderse de la criminalidad y de las autoridades, cuya capacidad sentimos rebasada.
En este contexto, se antoja voltear a ver qué hace nuestro Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Estado de Morelos, el que preside el empresario Harry Nielsen: urge saber qué se piensa hacer con ese dato tan deshonroso, cómo le entrará al terrible paquete sin armas, sin recursos, con la pura buena voluntad del beneficio común y el poder que le da la sumatoria de la gente de a pié. ¿Por qué? Porque hace años que la participación ciudadana es un componente decisivo en el diseño y aplicación de políticas públicas del país. Todo comenzó en la época foxista y aumentó durante el calderonato. La señora Wallace, el señor Martí pusieron el ejemplo de cómo hacerse oír a partir del dolor que busca justicia y nace de la falta de confianza en las autoridades. De entonces para acá, muchos consejos y ONG´s que integran a personas con vocación de servicio --no público-- incluyen a sectores que no han sido tomados en cuenta como actores sociales. La conversación sostenida con el activista es de este lunes:
MH - ¿Qué piensas, Harry, de esta cifra que da a conocer el otro consejo ciudadano, tu par?,
Harry Nielsen - “Antes que nada hay que entender que las estadísticas deben analizarse con cuidado, habría que entender de qué manera se llevan a cabo y a quien benefician. Aparte está el hecho de que esta información nos afectan impresionantemente; Estados Unidos tienen también varias ciudades de estas y eso no se dice. Si leemos esto desde el punto de vista internacional, tenemos que darnos cuenta de que hay intereses detrás de toda la información que se da, hay destinos turísticos que se benefician de nuestra caída en desgracia; por ejemplo, San Antonio (Texas) se ha llenado de gente de Monterrey. No es que minimicemos las cosas, lo que sucede es muy grave, pero hay que analizar el contexto.
MH - ¿Cuáles son los avances?
“El primer tema con el que trabajamos es la línea ciudadana (01800 422 9000), en la que contestan asesores profesionales, luego, tenemos un MP fijo monitoreado por el consejo para aumentar las denuncias, la meta es hacer que la gente confíe. Después toca darle seguimiento a los asuntos con los jueces. El tema final es la reinserción social. Y aquí es donde entra el asunto cultura, porque si abordamos el problema a partir de la pobreza de muchos delincuentes, estamos hablando no sólo de pobreza material, sino espiritual.”
MH - Sí, entramos en otro nivel de discusión que tendría que integrar las nociones de bueno, bonito, feliz, creatividad para la vida y otros detalles del alma  que aparentan intrascendencia frente a la situación que vivimos, pero que como van juntos en el ánimo de la gente, terminarían siendo detonadores de  búsqueda de bienestar y de cambio en las mentalidades. ¿De qué manera vas a integrar el tema cultura al consejo?
Harry Nielsen - Creo que es el momento de incluir a actores sociales de reconocido prestigio al consejo ciudadano, buscar el ejemplo internacional, los resultados de las mejores experiencias al respeto en esta vinculación. Para eso tenemos que sentarnos a ver documentos como el dedicado al diagnóstico y guía de operación de los consejos ciudadanos de seguridad, específicamente las propuestas de los diversos consejeros, los diversos abordajes sobre el problema de la incivilidad, la contraloría social, prever qué se va a hacer con los delincuentes una vez que hayan cumplido su tiempo en reclusión. Este consejo ciudadano tendrá que integrar propuestas del área de educación también. Hay mucho trabajo por delante. FIN


                           levantamiento8demarzo


                              La Cruz Roja establece protocolos de seguridad por violencia en Cuernavaca, Morelos



                                 Legalización de drogas no reducirá violencia ni consumo: obispo de Cuernavaca

Emiliano Zapata y el Sub Marcos: ¿qué pasaría si fueran al cine?

Se mencionó durante los primeros días de este mes, en las páginas de este diario el fenómeno cultural conocido como neozapatismo por estarse cumpliendo 20 años del levantamiento armado en Chiapas.  El Dr. Rodolfo Becerril hizo un sesudo, puntual análisis por cuanto respecta a los logros y fracasos del movimiento y la periodista Lya Gutiérrez destacó la creciente opacidad del Sub Marcos, en la estupenda entrevista (aquí apareció la versión corta) realizada al Obispo de Chiapas Samuel Ruiz, explicando que tal pérdida de brillo se debe a que el Sub no es indígena.
Por estos y otros artículos aparecidos en la prensa nacional no he dejado de hacerme unas preguntas cuyas respuestas terminan por decepcionarme cuando veo que este país sigue igual que hace 20 años en materia de derechos humanos. Ahí les van las preguntas: ¿qué pasaría si Emiliano Zapata y los neozapatistas se encontraran hoy? ¿Qué se dirían don Emiliano y Marcos de nuestro vapuleado estado y la bella Chiapas?
Hago un paréntesis antes de continuar con el diálogo imaginario entre Zapata y el Sub, sobre la historia del arte local para dar cuenta de que no soy la única a la que se le ocurren estos febriles encuentros.
Como ustedes saben, existe un Zapata vigoroso y dinámico que se difundió en cientos de grabados en blanco y negro hace años, obedeciendo a un tratamiento formal de sabor propagandístico que nace del expresionismo y el realismo socialista. Los mejores trabajos de este tipo se los debemos a artistas como Leopoldo Méndez, José Chávez Morado, Alfredo Zalce, Raúl Anguiano, Carlos Bracho, Erasto Cortés Juárez, Gabriel Fernández Ledesma y Mariana Yampolsky, miembros del antiguo Taller de la Gráfica Popular, pero en nuestro estado se han dado también propuestas muy interesantes que abordan la imagen de Zapata y sus seguidores, siendo los del morelense Alejandro Aranda, en este caso muy interesantes porque presenta precisamente a Zapata dialogando con el Sub Marcos, frente al pueblo.
Imagínese usted al sub Marcos dejándose inflamar por la voz de un Zapata convencido de la necesidad de cambio en las relaciones entre el hacendado y el campesino, imagíneselo en trance de convencimiento de que unos cuantos pueden cambiar la historia. Ahora pensemos en el Sub platicándole a Zapata que hoy se habla de la cultura como un derecho humano, de la obligación del gobierno de proveer a los ciudadanos los medios para el acceso a la misma, explicándole las 11 demandas neozapatistas de la Declaración de la Selva Lacandona, que incluyen el derecho a conservar los cantos y juegos, el bordado de las vestimentas, los dibujos, las instalaciones decoradas, el teatro y los murales que demarcan la zona neozapatista en Chiapas.
¿Qué le contestaría Zapata a; Marcos si tal encuentro planteado por el grabador Aranda (o por la lógica de la asociación de ideas) se pudiera dar?  Yo creo que Zapata quedaría gratamente impresionado por estos ciudadanos neozapatistas que buscan --o buscaban-- transformar las relaciones sociales que hasta el momento les invitan a perder la propia identidad. Según los especialistas, el neozapatismo fue enfático en su propósito de establecer un territorio con características estéticas propias, querían pasar de la resistencia cultural al ejercicio de un contrapoder real, concebido desde desde la vida cotidiana y sus manifestaciones culturales, pero al mismo tiempo se decepcionaría de encontrarse con el hecho de que los ideales quedan sólo en eso, en ideales que no se realizan.
Y vayamos más allá con este ejercicio, para preguntarnos ¿qué pasaría si la confluencia de tiempos pudiera solaparse y ambos líderes acudieran al cine y se enfrentaran con la campaña mediática del actual gobernador de Chiapas?
 Creo que terminarían por horrorizarse ante la presentación light de una cultura que no tiene que ver con la imagen edulcorada que se proyecta en las pantallas del cine comercial y se difunde en espectaculares en la Ciudad de México, mandada hacer por un gobernador que piensa que las artesanías, el entorno natural y la fauna local van a sacar a la gente de la pobreza (y de paso lo ayudarán en su campaña política hacia quién sabe donde).
                                   

                              
Creo que el diálogo entre estos líderes derivaría en el hecho de que la promoción turística no es la “sabia” respuesta a un problema mucho más complejo, que en primera instancia tiene que abordarse desde la identidad de las comunidades indígenas. Creo que si Zapata viviera, se moriría de la impresión que le causaría el México actual y el pobre Marcos no podría darle ninguna explicación lógica de lo que pasa, porque a estas alturas nadie entiende nada, a pesar de tanto buen deseo. FIN.