¿Y por qué escribí “personajes”? ¿Es acaso la humanidad equiparable con esta especie de monstruosidad?
Es verdad que miradas de pasada, las figuras de Astuesca en algo nos recuerdan el mundo picassiano y las propuestas fantásticas de los surrealistas Salvador Dalí, Max Ernst, Yves Tanguy y André Masson, no obstante, bien vistas evidencian aspectos de la naturaleza humana que van más allá de los intereses plásticos. Son híbridos, sí, pero no caricaturizan, como sucede en el caso de otros antropomorfismos: ellos acusan, están allí como espejos de circo. Deforman y al hacerlo exhiben. Ellos somos nosotros.
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar, que desde una perspectiva psicoanalítica, estos seres son asimismo una especie de eslabón perdido. Entre la experiencia táctil del cuerpo humano y la construcción del sujeto a través de la mirada, antes de la noción del "yo", el proto-humano se conoce a través del cuerpo de su madre. Entre el cuerpo fragmentado y la mirada que organiza, la maternidad, vivida como lo ominoso ha sido representada en muchas de las pinturas de Astuesca. No podemos negar que sus cuerpos remiten a lo táctil, son a todas luces, hijos de la experiencia orgánica.
La atmósfera es fantástica, los paisajes son mitologías vividas en la niñez, son proto paisajes. El encuentro, en esta sala con las redondeces arquetípicas es innegable. Estamos hablando de la memoria sensual, de la dimensión de lo materno en toda su experiencia, incluido lo innombrable.
Descubrí --en el descubrimiento, la mirada asombrada— la pintura de quien firma como Astuesca hace unos 8 años. Sin dudarlo le compré unos cuadros y poco después organicé para él, en el Colegio Cristóbal Colón de Cuernavaca una exposición, su primera individual. Desde entonces no hemos dejado de escribirnos y yo de echarle porras para que no se desanime ni por el mundo que le está tocando vivir, ni por el mercado del arte tan difícil para quien se lanza con el alma por delante a esta difícil carrera.
Hoy que veo su obra colgada en los muros de este importante recinto, puedo afirmar sin falsa modestia, que nada me da más gusto que haberle atinado a esta apuesta: compruebo que la pintura de Astuesca comienza a hacerse un lugar en la historia del arte contemporáneo mexicano porque es original, porque está bien pintada y porque nace del espíritu, de su prodigiosa imaginación y no de las ganas de complacer vanamente.
Nota: la exposición de pinturas de Jorge Astudillo Escarramán, "Astuesca", se inaugura este viernes 15 de julio, a las 12 del día en la Sala Siqueiros del Jardín Borda.
Maria Helena Noval
helenanoval@yahoo.com.mx
http://www.diariodemorelos.com/article/sobre-la-prodigiosa-imaginaci%C3%B3n-de-astuesca
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