martes, 26 de junio de 2012

El nuevo gobierno tendrá que convencernos de que no se puede vivir como si la belleza no existiera

A partir del primero de octubre se pondrá en marcha el gobierno de la cultura, anunció Graco Ramírez. Esto significa que el espíritu que lo anime tendrá que ver con el pensamiento crítico, con la reflexión estética, con los sentidos aguzados. Con la belleza. Con lo que nos diferencia de los animales. Está comprobado que el arte esclarece la mirada en medio de la barbarie, situación que debe animarnos, porque esa nueva mirada es la que necesitamos los morelenses.
Recuerdo con gusto lo que decía mi amigo Santiago Genovés, citando a su hermanito del alma, Rius: "No se puede vivir como si la belleza no existiera", y lo recuerdo precisamente porque de eso tendrá que convencernos el hoy candidato de las izquierdas junto con su comisión de cultura, en caso de que gane las elecciones.
La transición amigos, no será fácil; la resistencia al cambio hará su labor, la cultura del entretenimiento y el sempiterno "ahí se va" prevalecerán en un principio. De eso no hay duda. Samuel Ramos y Octavio Paz nos describen en "El perfil del hombre y la cultura en México" y "El laberinto de la soledad" como indolentes, indiferentes, poco empáticos, acomplejados. A los mexicanos nos va como nos va, por falta de voluntad para el cambio, por desunidos. Por el "valemadrismo". Sin embargo, ya se dijo que habrá 400 millones de pesos de presupuesto para cultura y el resultado de esta inversión deberá comenzar a verse reflejado en los rostros de la gente saliendo de un concierto, de una exposición de pintura, de una feria del libro. Urge reactivar la fe en nosotros los morelenses.


En los inicios fue el verbo, luego vino la acción

¿Se vale soñar con los huevos antes de tener la gallina? ¿Cómo se reflejaría esta acción en la vida cotidiana? He aquí un ejercicio imaginativo. Estas son algunas propuestas para el arranque, usted proponga otras.
1. ¿Qué tal nutrir la curiosidad de la gente? "La curiosidad me lo ha dado todo", decía Octavio Paz. Un concurso de preguntas sobre la historia del estado, un ejercicio comunicativo que evalúe niveles de información y premie las respuestas y la investigación es el tipo de fomento cultural que echa a andar el placer intelectual. Ese necesitamos fomentarlo bastante.

2. ¿Qué tal transmitir masivamente el hecho de que Cuernavaca es especial por sus barrancas y sus doce barrios? Darle resonancia a nuestro estado a partir de lo más evidente --su paisaje--, es distinguirlo de los demás lugares a partir de la noción de tránsito cotidiano, de paseo de domingo. Se trata de que aprendamos a captar la belleza otra vez porque nos hemos acostumbrado a lo feo.
3. ¿Y qué con el libro? De difundirse los beneficios de la lectura, --cosa que se ha hecho bien en esta administración del Instituto de Cultura de Morelos--, los libros darán su mejor cara: el discurso de los buenos escritores, el pensamiento de los que saben hablar entrará a todas las casas, se meterá a las camas de las colonias Vista Hermosa y Acapantzingo, pero también lo hará en los aposentos de los vecinos de la Barona, los Patios de la Estación, la Tres de Mayo. Subirá a las literas de los chamacos que van a la escuela pública, entrará a las mochilas de los jóvenes que abordan la ruta y al final del día llegarán al campo.
4. Y ¿qué tal invertir en cultura de la vialidad? El "uno por uno" no costaría gran cosa y nos enseñaría a transitar por las calles dejando pasar al vecino. Uno y otro, uno y otro. Eso, en lugar de irritarse y tratar de ganarle el paso al otro. Eso es cultura.
Porque la cultura no es sólo cosa de museos y discusiones filosóficas, porque la cultura sirve para vivir civilizadamente.


Artistas a la alza

Para lograr echar a andar esta empresa vastísima, para cambiar el destino de miles de personas avecindadas en nuestro estado, se tendrán que comenzar a ver las actividades artísticas como se ve a las profesiones prestigiadas. Los artistas serán igual de valiosos y útiles que el médico, el abogado o el comerciante. No por fama, sino porque lo que elaborarán nos será indispensable. Porque no se puede vivir como si la belleza no existiera. Que el artista no tenga miedo de su vocación será tarea de todos. Si el próximo gobierno invierte en esto, si le apuesta al arte, estará sentando las bases de un nuevo México.

      María Helena Noval

jueves, 21 de junio de 2012

Cultura para todo: ¡bravo!, pero cuidando el término

Esta mañana, en una rueda de prensa a la que convocaron el Profesor Pablo Rubén Villalobos y el comunicador Teodoro Rentería Villa como miembros de la APECOMOR[i], me fue permitido hacerle una pregunta al candidato de las izquierdas, senador Graco Ramírez Garrido.
 
Comencé con un planteamiento que me permitiera poner en perspectiva la urgencia del establecimiento de políticas culturales claras desde el máximo nivel de gobierno, cosa que nunca se ha hecho en este estado:
 

 
Entre la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales, celebrada en la Ciudad de México en 1982 y la Declaración de Friburgo en 2007, en la que se sistematizan y se analizan los derechos culturales, ha habido algunos avances en México con respecto a entender la cultura como instrumento de cambio, no obstante, en Morelos no ha habido vinculación política entre la llamada alta cultura y la sociedad civil, más que cuando se trata de ir amostrar cosas bonitas, por un ratito y aún más, se ha dado una involución respecto de lo que sucedía en tiempos pasados, cuando grandes personalidades se reunían en esta ciudad a vivirla por la tertulia que implicaba.

En este sentido ¿cuáles van a ser los primeros pasos que va a dar para echar a andar su muy particular política cultural y cómo va a verse reflejado esto en la imagen de la ciudad y el ámbito de lo social?
Y Graco fue claro –su claridad mental es siempre evidente, a veces sentimos que su franqueza raya en rudeza--.Partió de la noción de sustentabilidad e insistió en la innovación como el acelerador del cambio en el estado. Dijo que aumentaría el presupuesto a casi 400 millones de pesos (actualmente se destinan 20 a este sector de la economía), que crearía la secretaría de cultura para influir de manera transversal en el gobierno, que insistiría en la educación artística en todos los niveles, porque no se puede hablar de educación básica sin incluir cultura: cultura de la sustentabilidad, cultura de la innovación, cultura de la civilidad.
 
Dijo que en México tendemos a formar empleador o trabajadores y no innovadores o gente creativa, y creo que tiene mucha razón: hoy en día se habla con una gran soltura de emprendedores en el ámbito de los negocios, pero no se dice que para esto hay que desarrollar una facultad innata que se llama creatividad y que esa tiene que ver con la educación y con el arte, con ese viaje del espíritu que nos hace felices cuando vamos al cine, al libro, al museo.
 
En fin, mañana se presentarán las propuestas para el sector cultural en el Jardín Borda; se anuncian festivales de varios sabores, desde el dedicado al chinelo en Tepoztlán, y las bandas de viento para Tlayacapan, hasta lo gastronómico y el pensado para el “corridista”. Habrá, según dice, fiestas patronales, un gran auditorio.
 
 
La cultura como un derecho, es una prioridad, dijo y me quedé pensando en que sí, que la cultura, al ser todo lo que nos organiza como sociedad, como seres emocionales y parlantes, es un tema básico. Pero también concuerdo con Vargas Llosa cuando dice que hay que recuperar la noción de alta cultura, entendiendo el término no a partir de la noción marxista de clases sociales, sino de la profundidad que le es inherente a una obra calidad, situación que la diferencia del espectáculo y la banalidad. Me quedé pensando en que queremos CULTURA, con letras mayúsculas y no entretenimientos, queremos entrarle al ámbito del goce estético de a de veras. Aunque a veces duela la reflexión.
 
 
 
María Helena Noval

miércoles, 20 de junio de 2012

Don Manuel Suárez: el emprendedor y el coleccionista.

 Hace una semana asistí, con enorme placer, a la inauguración de la muestra titulada “Trascendencia de un mecenazgo: Manuel Suárez y Suárez 1896-1987”, dedicada a revisar la trayectoria como promotor y coleccionista de arte de uno de los empresarios más destacados de la historia del país. Como el Polyforum Cultural Siqueiros cumple 40 años y se cumplen cien de su llegada a México, su familia acordó mostrar 45 obras, parte de la Colección Suárez A. C. en el Museo Mural Diego Rivera, ubicado en el D.F.


Cuenta Inés Amor en las memorias sobre su galería[1], la primera dedicada al arte contemporáneo en México, que fue la mirada extranjera la que nos enseñó a confiar en nuestros propios productos artísticos. Nelson Rockefeller, Edward G. Robinson y Stanley Marcus –entre otros menos reconocidos--, le pusieron el ejemplo a los primeros “aventados” que conformaron las grandes colecciones de arte mexicano moderno y contemporáneo a partir de la década de los cuarenta: Marte R. Gómez, Cesar Martino, Pascual Gutiérrez Roldán, Jacques Gelman, Lola Olmedo, Licio Lagos, Alvar y Carmen Carrillo Gil y por supuesto don Manuel Suárez, quien fue pionero en asuntos de mecenazgo pues encargó en 1934 a Josep Renau un primer mural para el restaurante Lincoln. 


Emprendedor razonante, coleccionista de corazón

Manuel Suárez y Suárez nació el 23 de Marzo en Téifaros, Navia, Asturias, España. Fue el segundo hijo de diez que procrearon Manuel Suárez Fernández y Balbina Suárez Rodríguez, ambos primos hermanos que vivieron de la cosecha de papa, maíz, centeno y forraje.

A la edad de 15 años, desembarcó en el puerto de Veracruz, gracias a que su hermano Joaquín costeó su viaje. Conoció al villista Roque González Garza con su nombre de pila suplantado por el de Ramón Bermúdez, con quien viajó a Coahuila, para conocer al general Villa y unirse a la Revolución Mexicana (fue nombrado teniente coronel y puso en circulación billetes emitidos como moneda propia de 1 y 10 pesos).

Con las ganancias de la primera tienda que tuvo en La Merced, don Manuel Suárez compró unos terrenos en las afueras del Puerto de Veracruz e inauguró una segunda tienda de abarrotes: El Lazo Mercantil. En 1923 Se asoció con el catalán Falguera de la Peña en la empresa La Peña y Cia., y poco después compró la totalidad de la empresa, cambiándole el nombre a Asbestos Cemento Eureka, al asociarse con el hijo de Plutarco Elías Calles. 

La Eureka fue contratada por la Compañía Hispano-Mexicana de Hoteles, para que construyera una casa de juegos en Cuernavaca, la que sería conocida posteriormente como el Hotel Casino de la Selva. Cabe mencionar que los dueños del casino adeudaron a Manuel Suárez el pago de la construcción, abierta para su funcionamiento en 1931.

Techo Eterno Eureka fue contratada por la Secretaría de Obras Públicas para la reconstrucción del edificio de la Aduana Marítima de Veracruz.
El 2 de abril contrajo segundas nupcias con Raquel Ruiz Ramón, hija de Marcos Ruiz Cantera, un empresario español radicado en el puerto de Veracruz, y Susana Ramón, nacida en Campeche.

Con motivos de remodelación a largo plazo, el Hotel Casino de la Selva fue cerrado pero siempre abrió las puertas para exiliados, amigos y personalidades del arte y la cultura.

A fines de los años 30 Manuel Suárez ayudó a refugiados españoles, creando la compañía “Vida y Obra”, que dio trabajo a aquellos compatriotas que venían huyendo de la Guerra Civil Española, entre ellos al arquitecto Jesús Martí Martín (1899 1975), Félix Candela (1910-1997), Josep Renau (1907-1982), Carlos Gaos, Enrique Segarra (1908-1988) y Arturo Sáenz, quienes crearon la Casa de Cultura en México.

Golpe de suerte morelense

El Casino de la Selva fue otorgado en pago a Manuel Suárez, reabriendo sus puertas con el Primer Congreso Rotario Mundial; en esta época adquirió 1millón de mts2 de terrenos en nuestro estado y Eureka fue contratada para iniciar la construcción integral de escuelas, mercados, hospitales, centros deportivos, acceso a aduanas, alumbrado público y empedrado de calles, entre otras necesidades urbanas que solicitaba el puerto de Veracruz. Durante varios periodos sexenales don Manuel Suárez construyó a lo largo y ancho del país, iniciando desde Ávila Camacho (1941-1946) hasta Adolfo López Mateos (1953-1958).


Manuel Suárez ingresó a la industria azucarera por invitación del presidente Manuel Ávila Camacho, junto con Aarón Saénz y Roberto García. En 1946 junto con el Dr. Ignacio Chávez fundó el Instituto Nacional de Cardiología. El aporte altruista del el empresario fue la Sala de Fisiología. Con Eugenio Garza Sada y Víctor Bravo Ahuja colaboró para fundar el Instituto Tecnológico de México. De igual manera apoyó a la Orquesta Sinfónica de Xalapa y a los hospicios de la Divina Infantita.
En 1947 Manuel Suárez adquirió el jardín “José de la Lama”, para el proyecto de construcción de un hotel, dicho proyecto fue encargado al arquitecto Guillermo Rosell de la Lama, nieto de José de la Lama.
Entre 1948 y 52 invitó a Josep Renau a pintar en el Hotel Casino de la Selva el mural titulado “España hacia América” y adquirió el Banco Regional del Pacífico, con sucursales en Sonora, Sinaloa y Nayarit.
Entre 1959 y 62 José Reyes Meza (1924-2011) realizó diversos frescos en los muros del Hotel Casino de la Selva.

La revista Mañana del mes de febrero de 1959 publicó una reseña sobre las bondades que ofrecía el Hotel Casino de la Selva, describiéndolo como un hotel con magníficos servicios, alberca olímpica, playa y cascada artificial, así como bellos murales patrocinados gracias a su esfuerzo, pues quería transformarlo en el mejor hotel de América.

Poco después, el 7 de Septiembre del mismo año, se celebró el contrato entre David Alfaro Siqueiros y Manuel Suarez, con siete cláusulas que determinaban la realización de 18 cuadros de cuatro metros de largo por tres treinta de alto para la Sala de Convenciones del Hotel Casino de la Selva.

En 1965 el empresario organizó a sus colegas del sector turístico del estado de Morelos para crear el Comité Organizador y celebrar el primer Carnaval de Cuernavaca y le asignó a su hija Lilia Suárez Quezada la dirección del proyecto Casino de la Selva, que contemplaba conferencias, ciclos de cine experimental, clases de teatro, talleres de cerámica, conciertos, exposiciones, clases, etc.

A la edad de 70 años vio iniciados los trabajos de cimentación del magno proyecto “Conjunto Urbano, Cívico, Turístico, Comercial y Cultural del Hotel de México,” llamado México 2000, proyecto en el que intervinieron Guillermo Rosell de la Lama, Joaquín y Fernando Álvarez Ordóñez, Luis Enrique Bracamontes, Heberto Castillo y Juan Wörner Baz, entre otros.


En 1967 encargó al pintor Taro Okamoto, a quien conoció por el señor Mario Oguri, encargado de los jardines del Casino de la Selva, el mural “Mito del mañana” hoy en la estación del metro de Shibuya, en Tokyo Japón.

En 1971 se inauguró el Polyforum Cultural Siqueiros, obra que se divide en cuatro zonas: La marcha de la humanidad hacia la revolución democrático-burguesa, La marcha de la humanidad hacia la revolución del futuro, Paz, cultura y armonía y Ciencia y tecnología. El hotel ganó un premio internacional como proyecto de vanguardia por la decoración prototipo del futuro.


En 1975 la editorial Talleres Manuel Quezada Brandi publicó el libro Los Murales del Casino de la Selva, pintados por José Renau y José Reyes Meza, libro impreso en Cuernavaca.

En 1987, a los 91 años y estando consciente de que su proyecto del Hotel de México era poco menos que inalcanzable por la gran cantidad de recursos que requería, falleció este gran emprendedor, mecenas y coleccionista, quien no dejó nunca de pensar que un sueño puede convertirse en realidad si se trabaja duro y se buscan las alianzas correctas.
Su personalidad: su colección

Cada colección refleja la personalidad de su dueño, así adquiere la cohesión particular que la diferencia de la mera acumulación de objetos. El caso de Suárez y Suárez es inolvidable y debe sentar precedentes en nuestro estado --tan ajeno al mecenazgo y el buen coleccionismo hoy en día--, porque se trata de un ejemplo clarísimo de cómo el cazador de negocios puede convertirse en un connaisseur: se puede disfrutar de la vida a partir de los sentidos sin dejar de lado el razonamiento práctico. ¿Por qué? Porque como diría Schiller: “La belleza junta y enlaza dos estados opuestos, sentir y pensar, entre los cuales no cabe término medio.”

Cuando he preguntado a la gente que conoció a don Manuel cómo era, me han dicho que su seriedad rayana en la hosquedad cedía al entrar en contacto con lo que le gustaba. Que buscaba estar entre artistas y que incluso se dio el caso de que llegó a comprar una exposición completa cuando la propuesta lo conmovía. La Tallera, la casa estudio en la que trabajaba Siqueiros la compró don Manuel para que el artista tuviera donde trabajar.

Se trata pues de un coleccionista consciente de su vocación de vida; su misión auto-asignada era entendida por él como el motivo que le daba sentido a su vida de hombre de negocios, aunque esto incluyera el deseo irrefrenable de adquirir la siguiente pieza: no debemos olvidar que el coleccionismo también es un proceso creativo que requiere mucha energía.

La curaduría de la prestigiada investigadora María Estela Duarte, en cuyos textos he basado este artículo, se podrá ver en el museo ubicado a un costado de la Alameda capitalina hasta finales de agosto y créanme, vale la pena el viaje porque entre las sorpresas que ofrece esta colección privada, se encuentra una escultura de un desembarco de Colón, talla en mármol, de finísima factura; un estupendo González Camarena, un paisaje de nuestro querido Jorge Cázares y un Guillermo Ceniceros inolvidable.


María Helena Noval

martes, 12 de junio de 2012

Sobre la prodigiosa imaginación de Astuesca

¿De dónde proceden estos seres? ¿Por qué nos llama la atención su singularidad? ¿Qué hacen en esos escenarios? Tales son las preguntas que nos hacemos frente a los personajes concebidos por este joven pintor morelense, quien además de inventarse una paleta fuera de lo común, no naturalista, idea sus composiciones pensando en estructuras irregulares.




¿Y por qué escribí personajes? ¿Es acaso la humanidad equiparable con esta especie de monstruosidad?




Es verdad que miradas de pasada, las figuras de Astuesca en algo nos recuerdan el mundo picassiano y las propuestas fantásticas de los surrealistas Salvador Dalí, Max Ernst, Yves Tanguy y André Masson, no obstante, bien vistas evidencian aspectos de la naturaleza humana que van más allá de los intereses plásticos. Son híbridos, sí, pero no caricaturizan, como sucede en el caso de otros antropomorfismos: ellos acusan, están allí como espejos de circo. Deforman y al hacerlo exhiben. Ellos somos nosotros.



Por otro lado, no podemos dejar de mencionar, que desde una perspectiva psicoanalítica, estos seres son asimismo una especie de eslabón perdido. Entre la experiencia táctil del cuerpo humano y la construcción del sujeto a través de la mirada, antes de la noción del "yo", el proto-humano se conoce a través del cuerpo de su madre. Entre el cuerpo fragmentado y la mirada que organiza, la maternidad, vivida como lo ominoso ha sido representada en muchas de las pinturas de Astuesca. No podemos negar que sus cuerpos remiten a lo táctil, son a todas luces, hijos de la experiencia orgánica.




La atmósfera es fantástica, los paisajes son mitologías vividas en la niñez, son proto paisajes. El encuentro, en esta sala con las redondeces arquetípicas es innegable. Estamos hablando de la memoria sensual, de la dimensión de lo materno en toda su experiencia, incluido lo innombrable.


Descubrí  --en el descubrimiento, la mirada asombrada—  la pintura de quien firma como Astuesca hace unos 8 años. Sin dudarlo le compré unos cuadros y poco después organicé para él, en el Colegio Cristóbal Colón de Cuernavaca una exposición, su primera individual. Desde entonces no hemos dejado de escribirnos y yo de echarle porras para que no se desanime ni por el mundo que le está tocando vivir, ni por el mercado del arte tan difícil para quien se lanza con el alma por delante a esta difícil carrera.




Hoy que veo su obra colgada en los muros de este importante recinto, puedo afirmar sin falsa modestia, que nada me da más gusto que haberle atinado a esta apuesta: compruebo que la pintura de Astuesca comienza a hacerse un lugar en la historia del arte contemporáneo mexicano porque es original, porque está bien pintada y porque nace del espíritu, de su prodigiosa imaginación y no de las ganas de complacer vanamente.


Nota: la exposición de pinturas de Jorge Astudillo Escarramán, "Astuesca", se inaugura este viernes 15 de julio, a las 12 del día en la Sala Siqueiros del Jardín Borda.




Maria Helena Noval
helenanoval@yahoo.com.mx
http://www.diariodemorelos.com/article/sobre-la-prodigiosa-imaginaci%C3%B3n-de-astuesca

miércoles, 6 de junio de 2012

E-lectores

Nunca como hoy, nuestro imaginario “se nutre” del aturdidor mundo político. Tal es tal es la cantidad, la efusividad y el impacto emocional de las imágenes proselitistas, que un breve análisis de nuestras subjetividades mediatizadas puede tornarse si no un respiro, sí por lo menos un pretexto para la risa, cosa que en estos tiempos de terapias alternativas se propone como sana.



¿Qué hacer frente a las fotografías en los traseros del transporte público? ¿Cómo contestamos a esas sonrisas que pretenden hacernos creer que todo está bien y estará mejor si ellos son los elegidos? Los publicistas, los jefes de campaña crean imágenes falsas que parecen verosímiles desde una plataforma que las sabe "objetos de poder". Venden espejos: "espejito, espejito, ¿quién es el más bonito?


Saturan nuestro espacio y nuestro tiempo, no sólo el urbano, sino el íntimo a través de impresos y llamadas telefónicas grabadas, que nadie quiere consumir. Aprovechando los medios masivos de difusión, la electrónica, nos convierten en e-lectores. Pero ¿se puede contestar con la misma moneda, convertir estos medios en un contra-ataque que recupere el poder de la imagen como reducto de la resistencia?

Yo creo que sí. Sólo hace falta ver con detenimiento, recordando que en el ver no hay sorpresa, en el mirar sí la hay.

Dos de los eventos ocurridos recientemente, multicitados por la TV, pueden servirnos de ejemplo para dar cuenta de cómo leemos y recreamos la imagen de la vida política en el país.

La visita del candidato priísta a la Universidad Iberoamericana, da fe de que la juventud no quiere más de lo mismo y los gritos, las acusaciones concertadas en su contra, han generado un movimiento tan importante como el "Yo soy 132"; no obstante lo que aquí quiero destacar es la importancia de las redes sociales, youtube, e internet como espacios de incubación, de popularización de este movimiento.
En la TV hay censura y edición. Hay inducción y el tiempo de vida de las noticias es muy breve. En los otros medios no sucede lo mismo. En la red hay más libertad de expresión y en donde hay libertad de expresión, hay creatividad. La creatividad es la manera en la que los contenidos censurados se escapan de ésta. Las estrategias comunicativas varían, los elementos expresivos se eligen de la cultura mediática, popular, para lograr el impacto deseado. Estamos hablando de pura semiología de la imagen. De la serpiente que se muerde la cola.

En “Werever tu mono: Peña en la Ibero”, un video protagonizado por muñequitos, tenemos uno de los más duros y contundentes ejemplos de la crítica que se ejerce hoy en contra de una figura empoderada. Sazonado con palabras y gestos altisonantes y vulgares, despojado de las acostumbradas reverencias para un candidato, el comic termina por convertir un hecho que podría haberse tomado como una muestra de desaprobación natural en un país de 100 millones de habitantes, en un mensaje clarísimo: el espectador, el e-lector común y corriente, el e-lector joven sabe ver, entiende más de lo que se cree que entiende y está lo suficientemente enojado como para pasar por alto las formas sociales. http://www.youtube.com/watch?v=zleCOrfmT2M


Por su parte, el doblaje de la escena en la que “Hitler se entera” de que Peña Nieto es abucheado en la universidad de Santa Fe, reafirma lo que decía Freud sobre el chiste como vía de escape del inconsciente. La escena de esta película, en la que un actor representa al odiado Hitler (arquetipo del malvado) ha sido resignificada varias veces con el fin de mofarse de personajes públicos, con el fin de deshacer paradigmas, “verdades aceptadas”. A estas alturas debe de haber un buen número de trabajos académicos intentando abordar este fenómeno llamado “Hitler se entera”, como soporte de un mensaje.


Es verdad que parte de la risa la provoca el hecho de que el actor sobreactúa su derrota. Su pérdida de control pasa gradualmente de ser trágica a ser cómica. Soltamos la carcajada cuando lo vemos desencajado, casi llorando, escupiendo dolor, deshumanizado, caricaturizado, sombra de sí mismo.


Lo interesante, sin embargo, es que este líder representa al poder destituido. Lo que vemos es el deseo colectivo. Lo que he querido demostrar con esta reflexión, querido lector, es que estamos dejando de ser simples e-lectores (lectores de la imagen espectacular) y nos estamos convirtiendo en críticos e-lectores, lectores de la imagen que todos nosotros, cada vez más movidos, más agentes de cambio generamos.




María Helena Noval