martes, 11 de junio de 2013

Vas a ver: ¿Qué aporta un poeta al PIB?: ¡Bien Rector Vera, por su discurso!

Incluyendo términos procedentes de la teoría crítica y el análisis de la llamada posmodernidad,  el informe del rector Alejandro Vera, a un año de haber asumido el cargo como rector de la UAEM -de marzo a marzo, como dijo él-, brilló ayer, no sólo por la claridad de las ideas que puso a nuestra disposición, sino por la emotividad que fue generando en quienes lo escuchábamos pasar de un registro a otro, de lo conceptual a lo político y de allí a lo emocional.  La verdad es que el rector Vera convirtió un acto protocolario en un ejercicio colectivo de reflexión sobre el mundo y todos se lo agradecimos con nutridos aplausos.
Es indudable que urge la renovación del posicionamiento ético de la institución que encabeza, es verdad que la necesidad de hacerle frente a la crisis civilizatoria que nos aqueja con elementos como la poesía se impone, pero también es verdad que en la manera de decir las cosas reside el efecto positivo que pueda tener el discurso de un líder. Y Alejandro Vera demostró serlo, al tocar fibras sensibles y transmitir la noción de esperanza entre el público.
¿Y en qué consiste la esperanza? Siendo un líder natural, puesto que encabeza una institución educativa, podríamos pensar que hablar de un futuro promisorio en términos económicos para un estudiante universitario sería la respuesta, pero no es así, resulta que a los jóvenes ya no los convence la promesa del trabajo bien remunerado, ya no los ilusiona la esperanza del ascenso meritorio, ya no los tienta ni siquiera la posibilidad de encontrar chamba, porque no hay, ni pagan bien y además la competencia es tan feroz que enloquece. Acaso nos convenza, a los jóvenes y a quienes gustamos del ámbito académico,  la ilusión del milagro. Paradójicamente y en un mundo saturado de racionalismos extremos, la confrontación de la gente hastiada de la propia gente, tiene que darse desde las nociones del amor y el imaginario. El “espejazo” se impone, sólo la imagen del mundo frente a sí mismo ha podido mover consciencias a lo largo de la historia.
Uno de los recursos retóricos que empleó Vera fue la sustitución de conceptos, propuso entender el mundo a través de la noción de ficción. Para ello partió, sin decirlo, de eso que mueve al hombre, eso que se llama DESEO, un constructo mental y emotivo siempre insatisfecho, pero que nos nutre y nos pone en acción durante la vida diurna y nocturna. Hubo un momento en el que el Dr. Vera nos leyó una historia en la que se invirtieron los términos y el bien se apoderó del ser humano, un mundo en el que todo funcionaba bien. En ese mundo la gente estaba feliz, fluía todo suavemente.
Poco a poco, la poesía pasó a formar parte de su texto; no desestimó la consciencia crítica y vigilante, pero propuso una epistemología basada en lo ético y lo estético.
Por supuesto que su texto hizo eco con algunos discursos de avanzada, sobre todo cuando habló de políticas públicas alternativas. Términos como “autonomía universitaria”, “entidad socialmente responsable”, “apoyo de actores políticos”, aumento de presupuesto -“autonomía financiera” le llamó- y “articulación con el mundo”, fueron sometidos a la fácil digestión por la voluntad de trastocamiento de los valores y la dimensión estética que propuso al mencionar a Nezahualcóyotl, Calderón de la Barca y Juan Ruiz de Alarcón. Sí, habló sobre nanotecnología, genética, agotamiento de la democracia y del Estado-Nación, pero fue más allá, al hablar de la destrucción del individuo, la de la naturaleza y lo peor: la de los pueblos.
Hablar de un analfabetismo emocional no es novedad en el ámbito académico, pero criticar la noción de competencia, en un ámbito en donde tradicionalmente se fomenta la supervivencia de los más aptos sí lo es. Proponer que hay que dotar de sentido humano al humano se torna una apuesta valiente toda vez que las humanidades tienden a desaparecer de las universidades porque no forman profesionistas ricos.
“Lo que no se compra y vende ya no tiene cabida entre los anhelos juveniles, dijo, nos estamos quedando sin proyecto humano” y propuso la creación de un nuevo proyecto de país que incluya las dimensiones ética y estética en su oferta epistemológica, la base de su conocimiento y autoconocimiento.  Yo le creí y hoy eso me hace feliz. Ω

María Helena Noval
helena noval@yahoo.com.mx
twitter: @helenanoval

Hacia la Ley de Cultura: ¿Con qué se trabaja? 6

1.
El derecho a la información es importantísimo si lo entendemos como generador de cultura. Vinculado con otros derechos, éste se vuelve parte sustantiva de cualquier ley que se precie de nacer de un ejercicio democrático. Como en México el monopolio de los medios produce y distribuye gran parte de lo simbólico (música, imágenes, valores, aspiraciones), resulta que la cultura de masas debe ser analizada a la luz de la posibilidad de mejorar la ley de telecomunicaciones que nos ha venido normando el pensamiento desde hace más de 50 años.
 Le debemos al lúcido historiador Michel Foucault la idea de que existen sólidas relaciones entre poder y pensamiento. Decía este analista de la cultura, que nuestra concepción del mundo nace de los discursos generador por quienes lo gobiernan, en sus facetas política, económica y social. Para este francés, debajo de las hipernarrativas, existen otras que son pasadas por alto; una contracultura habitada por los rechazados sociales que se encarga de evidenciar los poderes fácticos.
Desde esta perspectiva surge la pregunta ¿cómo podemos inyectarle aire, libertad, juicio crítico, a la cultura mediática que generan los medios?
Para Aleida Calleja y Olga Durón, expertas en medios de comunicación, la solución a muchos de los problemas que nos aquejan socialmente tiene que ver con el fortalecimiento de los medios de comunicación alternativos, los que no forman parte de los monopolios. Para Calleja, no se trata de un problema de democratización de los mismos, porque su naturaleza es autoritaria, pero sí de diversificar los contenidos que consume la gente.
Para ella, la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones implica avances sustanciales, porque se logró que se determinara que la información debe ser un servicio público, no sólo “de interés general”, lo cual obliga a los medios oficiales y no oficiales a proveer contenidos de mejor calidad y a garantizar que la gente esté de verdad informada. Vistos así, los medios permisionados deben ofrecer contenidos variados, generados desde la noción de independencia editorial, a partir de una autonomía de gestión financiera y la obtención de recursos y participación ciudadana. Estos servicios de información hoy reconocen la importancia de las comunidades indígenas y otros grupos antes hechos a un lado socialmente. Al lúcido promotor y músico Marco Antonio Tafolla, incansable promotor cultural de Xoxocotla, le oí decir en este contexto y una vez más que hay que ciudadanizar las instancias culturales, que faltan contenidos generados desde la población en los medios, especialmente la población indígena. A él le tocó ya probar la dificultad del intento de generar cultura en su comunidad desde la radio, un intento que tuvo que ver con el simple hecho de divulgar la vida sencilla del campo.  
2.
A la señora Olga Durón, encargada del nuevo Instituto Morelense de Radio y Televisión (organismo descentralizado con estructura y recursos propios), lo que le preocupa es lo que consumen los morelenses a través de la radio y la televisión públicas; audazmente se ha propuesto programar música y televisión apoyada en un comité de expertos, con la idea de satisfacer las necesidades de los radioescuchas y televidentes morelenses, tratando de evitar la cultura de masas que no sea de calidad. Durón se queja de la inercia de pasividad en Morelos y cree que los medios públicos no tienen porqué asumir esas ventanas por las cuales millones de personas ven el mundo, se refiere a la TV comercial. En Morelos se escucha más la radio que la TV, y por ello pretende que los habitantes se vean y se escuchen a sí mismos en estos medios, como una alternativa refrescante. Según ella lo visible debe ser lo cotidiano. 
Además, plantea la idea del Ombudsman, una figura que nace en Suecia en 1916, presente hoy en medios como Milenio y El Financiero, un defensor de las audiencias ante las autoridades que vigile que se siga un código de ética. La idea es empoderar a las audiencias.
3.
Lo que a mí me pareció más importante, a la hora de escuchar a estas especialistas, el sábado pasado, dentro del seminario pensado para promotores culturales del que he venido hablando en las últimas semanas, es que la ley de cultura que se piensa para el estado puede elaborarse en espejo con esta nueva ley de medios, que nacerá de la reforma del Art. 6o. Constitucional.
Si bien las reformas no son lo ideal que pretendían algunos, sí por ejemplo incluyen la prohibición de las prácticas monopólicas (serán consideradas un delito penal), lo cual habla de diversificación de contenidos, de la forzosa inclusión de más puntos de vista y voces en los medios. Además está el tema técnico de la  digitalización, pues al abrirse más canales de distribución de señales con esta modificación electrónica, se atenderán derechos humanos no atendidos por los medios comerciales.

El canal 3 y la radio oficial morelense tendrán que trabajar apoyándose en las secretarías de educación, cultura, salud, turismo y desarrollo sustentable, entre otras, para atender políticas públicas con la idea de generar contenidos de calidad para los diversos grupos a los que están obligadas a atender. Deberán pensar muy especialmente en los niños, no sólo porque tradicionalmente han estado mal atendidos en el país, sino porque de ellos depende el futuro del planeta. Ω


lunes, 10 de junio de 2013

Hacia la Ley de Cultura: ¿Con qué se trabaja? 5

1.
Articulo2.- En el Estado de Morelos se reconoce que todo ser humano tiene derecho a la protección jurídica de su vida, desde el momento mismo de la concepción y asegura a todos sus habitantes, el goce de las garantías individuales y sociales contenidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la presente Constitución y, acorde con su tradición libertaria, declara de interés público la aplicación de los artículos 27 y 123 de la Constitución Fundamental de la República y su legislación derivada. 

 De haber voluntad política, podría modificarse la iniciativa que crearía la ley de fomento a la cultura, sometida a consideración del pleno del congreso local, el 17 de octubre de 2012 por la diputada Érika Hernández Gordillo del Partido Nueva Alianza. Esta iniciativa de ley no avanzó en la legislatura pasada.

Tomar acuerdos, asignar tareas, delegar responsabilidades, establecer metas sería lo ideal en un taller integrado por personas interesadas en un beneficio común sin embargo coincidir no es tan fácil cuando desde las formaciones ideológicas de cada quien, lo que se entiende por cultura resulta a veces hasta opuesto. Las cosas se complican – o se enriquecen-, porque además, existe ya otra propuesta de ley relacionada con el tema, me refiero a la que hizo el diputado Humberto Segura Guerrero, del PRI, para la protección del patrimonio cultural material e inmaterial del Estado de Morelos.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta que la cultura ya debe ser difundida y patrocinada de manera obligatoria para los ciudadanos, toda vez que con base en el Art. 40 Constitucional, se modificó el Art. 20 de la constitución estatal. Esto se publicó en el Periódico Oficial Tierra y Libertad el 10 de abril en la p. 53: “En el Estado de Morelos se reconoce el derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios culturales. Será obligación del Estado promover los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones, con pleno respeto a la libertad creativa. La Ley establecerá los mecanismos para el acceso, fomento y participación de cualquier manifestación cultural. “ 

2.                                                                               
Tenemos terreno fértil para la reflexión; están los documentos generados a partir de las sesiones de trabajo de  C33, más la Declaración de Tepoztlán, más lo que dicen los promotores independientes y quienes como expertos se vayan sumando, eso sí, con la notable AUSENCIA de los creadores, los artistas, quienes como todos sabemos son poco afectos a interesarse en trámites legales, porque prefieren dedicar su tiempo a la creación.
En todo caso, la ley es sólo parte del complejo problema del engranaje de la cultura. Avanzar en el articulado de ambas leyes ayudaría a construir proyectos, lo que no sabemos a estas alturas es ¿quién le va a poner el cascabel al gato? El problema no son los tiempos legislativos.
El sábado pasado y después de su notable ausencia, se presentó la diputada Hernández Gordillo a la mesa de trabajo, también lo hizo Azucena Rebollo como representante de la Secretaria de Cultura. Ambas mostraron interés en el asunto, pero no resolvieron agenda por cuanto respecta a la manera de poner de acuerdo a los 33 municipios sobre lo que se requiere legislar.
Hay que tomar en cuenta que el tiempo de preparación requiere inversión de recursos, por concepto de traslado de la gente, socialización del proyecto, sistematización de la información, pago de asesorías, etc.
El peor escenario es que se acepte la iniciativa y luego hacerle reformas. El mejor es que para dentro de unos meses contemos con una ley consensuada. Ya hubo reuniones regionales impulsadas por  C33, luego otros promovidos por la Secretaría de Cultura, luego este seminario y la cuarte etapa implica ya la ruta crítica: ¿cómo hacer una propuesta de ley que tome en cuenta tantas inquietudes? La quinta etapa sería la presentación de la iniciativa con un perfil comunitario.
Hay que recordar que la Diputada Hernández Gordillo ha metido a la cámara 16 iniciativas de ley, de la cuales le han aprobado 10.
Si se le pasó a ella compartirla con la sociedad antes de meterla por la potestad que le confiere su cargo, en el camino ha ido aprendiendo. Yo la oí decir que no hay urgencia de que salga la iniciativa en el sentido de tiempos, que prefiere que las leyes aporten.
Lo que me pareció más valioso al final del día, fue que alguien dijo: “quienes estamos aquí somos conocedores, nos hemos dedicado año a la promoción cultural, conocemos el estado. La invito a sumarse a la reelaboración de la propuesta de ley”. ¡Los patos tirándole a las escopetas qué bien!.
El 15 de Julio termina el segundo período legislativo. Ya casi acaba la segunda prórroga, si no se dictamina esta iniciativa, se descartará hasta el siguiente periodo de sesiones.

María Helena Noval
helena noval@yahoo.com.mx
twitter: @helenanoval