lunes, 30 de octubre de 2017

Vas a ver: Otredad light y Zona Cero de Jojutla

1.-”Hay que acabar con la idea de ellos y nosotros en la construcción de México”, dijo el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, durante su participación en el Foro México y España: Inversión y Cooperación, organizado el viernes pasado por el diario español El País, en el Centro Cultural de España en la CDMX.  Sabías palabras. Desde el discurso político, que siempre es light por su naturaleza mediática, se nos recuerda que es necesario dejar de ver al prójimo como un ente amenazante, lejano y diferente. Para terminar de descubrir el hilo negro, agregó el político, que la construcción del país debe de partir de la creación de espacios de confianza y consenso entre sociedad y Gobierno. Dos esferas antagónicas, según se entiende de su discurso. 

De la “otredad” o “alteridad” han hablado mucho varios ilustres antropólogos, psicólogos y sociólogos y al explicar el concepto han llegado a la conclusión de que de manera natural tendemos a minimizar al prójimo porque no nos identificamos con él.  Lo vemos como al enemigo a vencer. Para Merlau-Ponty en cambio, el Otro le da sentido a nuestra vida. 

Pero cómo le hacemos para disolver la lucha del “yo” con el Otro en el contexto de los tiempos políticos pre-electorales que vivimos, después del tiradero que nos dejó el “19 S”? ¿No es esta misma dialéctica la que hemos estado viviendo desde la llegada de los españoles al continente?

2.Relata Gastón García Cantú en un ardiente ensayo incluido en el volumen III de su “Idea de México”, que un tal fray Antón de Montesinos se las vio negras a la hora de defender a los indios de los crímenes y tropelías cometidos por los encomenderos, a raíz de la conquista en la Nueva España. Dos bandos se formaron entonces y hasta Castilla fueron a buscar al rey. De un lado fray Alonso de Espinal pensaba en colonizar y sacar provecho de las tierras y bienes enajenados, del otro, Montesinos pensaba en evangelizar con justicia y dignidad.

Según García Cantú, la diferencia de opiniones entre Espinal y Montesinos dio pie a las Leyes Nuevas y la cruzada americana de fray Bartolomé de las Casas, quien siendo testigo de múltiples atropellos, escribió ´La destrucción de las Indias´: “el mayor alegato de la literatura moral española”. 

¿Por qué se trata de un texto de tal envergadura? Porque la pregunta que se hicieron los forasteros al llegar a estas tierras fue: ¿Acaso éstos no son hombres?. Tanta era la diferencia de apariencias entre indios y peninsulares, que surgió una versión especial e inolvidable de la Otredad que sigue ocupándonos. 

Pero resulta que los otros somos nosotros y si Montesinos viviera, tal vez andaría pegado a quienes hoy hablan del “yo colectivo” y vería con cierto agrado el discurso del ministro de Hacienda…

3.En la ahora llamada “Zona Cero” de Jojutla está sucediendo algo muy preocupante.  Según sus propias palabras, las cosas se le salieron de control al presidente municipal Alfonso de Jesús Sotelo Martínez y no está pudiendo con el paquete. El sismo fue tan grave que rebasa los tres niveles de gobierno, declaró. Urge participación de la gente para la reconstrucción de la comunidad, como en los antiguos tequios, pero para eso tiene que ponerse las pilas el señor y organizar el trabajo en equipos. 

La zona se llama así porque recuerda el máximo nivel de devastación que sigue a un ataque con bombas, como en el caso de Hiroshima o Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, o el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001. El término pinta, en el caso del municipio morelense, un escenario postapocalíptico que afectó a miles de personas en sus propiedades y cambió para siempre el futuro de sus vidas. 

La problemática se agrava porque las casas que se cayeron fueron construidas sobre antiguos campos arroceros (recordemos que el perfil de la población era agrario) y por tal motivo la mayoría las las propiedades carece de regularización jurídica, cosa que lleva a pensar en la corrupción involucrada a la hora del otorgamiento de los permisos de uso de suelo y construcción por parte del  municipio y las autoridades competentes.  

Como después del sismo se perdieron desde los IFES de las personas que allí habitaban, hasta las escrituras y las cesiones de derecho de uso de suelo (cuando los había), se está viendo afectado el trámite para la obtención de los $120,000 que se les han prometido a quienes perdieron sus hogares. Por si fuera poco, dicho apoyo va a repartirse en fracciones, una vez que los afectados demuestren que el recurso está siendo invertido en material de construcción. 

Todo esto mientras adultos y niños descalzos y a veces medio encuerados hacen vida comunitaria en casas de campaña donadas por la compañía productora de espectáculos OCESA y campean la desesperación, el cansancio y hace su terrible aparición la consabida actitud pasiva del mexicano, que espera a que el “papá gobierno” venga a recoger los escombros y solucione el problema. 

4.No cabe duda de que estamos viviendo la peor crisis social, política y económica desde la fundación de este noble estado de la República en 1869, uno tan chiquito que a fin de cuentas terminará por diluirse en la inmensidad de los problemas del país. FIN.


Por: María Elena González López


lunes, 16 de octubre de 2017

Vas a ver - Patrimonio cultural: ¿Morelos como Lisboa?

1.El miércoles pasado asistí al foro Identidad Cultural y Patrimonial organizado por la Comisión de Ciudades Patrimonio del Congreso de la Unión y no sabe usted la emoción que me dio, querido lector, porque lo que allí se dijo podría contribuir a encendernos el motor del amor a la parte visible de la cultura, es decir, nuestro capital edilicio afectado por el llamado “19 S”, que en realidad es un cúmulo de sucedidos que se evidenciaron con el sismo, pero que incluyen insistentes lluvias y desgraciadamente la negligencia de aquellos que han permitido la falta de mantenimiento y la demolición de inmuebles que aún tienen, o tenían vida útil.
Una de las constantes que manejaron los expertos Dr. Ernesto Becerril Mir, Arq. Raúl Delgado Lamas y Dra. Graciela Mota Botello es que el reto de levantar de los escombros las ciudades implica una oportunidad de cambio de paradigmas para el ciudadano. Y uno de ellos es dejar de pensarlas en función del desarrollo sustentable -que se vincula únicamente con temas de medio ambiente- y mejor concebirlas como base de desarrollo sostenible, porque este concepto incluye lo social y lo económico.
Según lo expuesto, existen convenciones internacionales que protegen el patrimonio, pero en nuestro país vamos un poco a la zaga en el asunto, pues ni la recientemente aprobada Ley General de Cultura y Derechos Culturales, ni la Carta Magna asocian la existencia del patrimonio cultural con la calidad de vida, que es hacia donde debemos tirar pa´lante, si queremos permanecer mucho tiempo más como especie en el azulito planeta.
2.El INAH y el INBA, que son las instituciones que autorizan o no las intervenciones de los bienes dañados no especifican la regulaciones técnicas que les competen más a los arquitectos restauradores y especialistas en el tema como los del ICOMOS, cosa que da terror, pues hay que saber cómo restaurar BIEN los monumentos, las iglesias y los sitios históricos para que no se vengan abajo.  ¿Por qué? Porque como bien dijeron, hablar de identidad es hablar de nuestro paso por la vida en un territorio ocupado por construcciones.
Y como nuestra identidad individual y colectiva se materializa en Morelos en los zócalos, iglesias, mercados, plazas, museos, parques, camellones, fuentes, espacios verdes y calles -cosa que la Dra. Mota manejó como patrimonio arquitectónico, urbano, sitios naturales y sitios culturales- debamos cuidarlos.
México ocupa el octavo lugar en patrimonio mundial y el primero en el continente y Morelos aporta al tema las rutas de los conventos, las haciendas y la de Zapata, pero falta desarrollar el tema más allá de la idea de turismo cultural.
Por otro lado, resulta paradójico que cuidemos poco la naturaleza, cuando es lo que viene a buscar la gente que nos visita (Humboldt tiene la culpa por lo de la primavera).. Producimos mucha basura y peor tantito, nada hacemos contra la estética de lo inacabado, muy propia de los barrios pobres generados en la época postindustrial, con sus casas de  cemento gris que elevan sus varillas al aire cubiertas por botellas de refrescos, con la esperanza de echarle un piso más al dulce hogar, como dicen mis amigos Ríos Szalay y Cattaneo.
3.Contó el Arq. Delgado que Lisboa se levantó exitosamente de un terremoto ocurrido en 1755, pues el Marqués de Bombal ordenó que se reconstruyera la ciudad pensando en estos cataclismos. Añadió que a partir de eso la gente diferenció los fenómenos divinos de los fenómenos naturales y nació la sismología-. ¿Por qué no pensar Morelos como un caso estudio y tornarnos ejemplo mundial?
Yo le propongo a usted apoyar la reconstrucción aportando ideas a los sectores público y privado, partiendo del estado de derecho, porque además ya se sabe que las culturas más avanzadas tienden a pensar en el futuro con base en la administración del tiempo libre del que gozarán nuestros nietos y de seguro que usted no quiere que la pasen en lugares de perversión, sino de gozo estético, de crecimiento espiritual y de sana diversión.  Las iniciativas #Epicentro y “Unidos por Morelos” están organizándose. La primera es ciudadana, la segunda es gubernamental. Hay que echar montón y sumar esfuerzos. Escoja una por favor. FIN

Articulo publicado por: https://www.diariodemorelos.com/noticias/vas-ver-patrimonio-cultural-%C2%BFmorelos-como-lisboa

Por: María Elena González López
helenanoval@yahoo.com.mx

lunes, 9 de octubre de 2017

Vas a ver: Patrimonio Cultural Morelense: crónica de un lastimoso paseo

1.Tetelcingo, Atlatlauhcan, Totolapan, Pazulco, Yecapixtla y Ocuituco son 6 de las comunidades que visité el miércoles pasado en compañía del súper fotógrafo Adalberto Ríos Szalay, el experto en culturas populares Fernando Hidalgo y mi amigo y colaborador arquitecto Gerardo Palma. La idea era hacer un recuento objetivo de los daños ocurridos a 4 de los 11 conventos considerados Patrimonio Cultural de la Humanidad (Atlatlauhcan, Yecapixtla, Totolapan y Ocuituco), pero lo que fuimos hilando a lo largo del día, fue la idea de un cataclismo que afectará por mucho tiempo y de diversas maneras la vida social de los morelenses.

Cuautla nos recibió con una escultura que representa a Morelos elevando por los aires un machete que hoy se percibe vencido, pero al llegar al espacio que ocupara la Capilla de San Nicolás Tolentino, en Tetelcingo nos percatamos,  tristemente, de que la voluntad de la recuperación del patrimonio no se dará de manera automática en la gente, pues se desconoce que existen procesos científicos de restauración de la arquitectura y las autoridades competentes no se han dado a basto para censar, orientar y reglamentar los inmuebles desde el “19 S”.

Además comprobamos que tampoco se ha divulgado ampliamente que la Ruta de los Conventos podría ser para el estado fuente de ingresos y motivo de orgullo porque se cayeron techos, paredes, retablos, campanarios y capillas posas, pero Morelos no está en ruinas.
2.Al Convento de San Guillermo, en Totolapan, en el que habitaban, hasta el día del sismo doce monjes, dos sacerdotes y un rector no pudimos entrar, pero sí platicamos con los mayordomos y miembros del comité de las fiestas religiosas, quienes nos dijeron que ya planean la celebración que toca. Don Humberto Galicia “Don Beto”, propietario del Hotel Real de Morelos, nos explicó que más que la fe del pueblo le preocupa la desafortunada construcción de un bosque de columnas de concreto que sostendrá, porque no entra en razón la presidenta municipal en turno, un mercado que está fuera de lugar, debido a que afea terriblemente el entorno en el que se encuentra la bellísima iglesia, cuya cúpula y nave están en el piso. 

Con él caminamos al patio de una casa en la que hoy se reúne la gente a rezar. En el altar improvisado los santos rescatados, las obligadas flores blancas y un Cristo ennegrecido que parece implorar piedad para el cercanísimo cerro al que se le partió la cresta. Salimos de allí pensando que el sismo generó nuevas formas de congregación: ¿se necesita una iglesia para ser iglesia?

3.Santa María Pazulco Pueblo Viejo es una construcción colonial que conserva su camposanto y un hermoso retablo barroco salomónico, su atrio conventual es pequeñito y quedó inconcluso, lo cual nos invita a deambularlo en forma de “L”. Allí lo que más nos conmovió fue ver que un parroquiano sentado en la escalera de la entrada previniendo el posible hurto de piezas sacras. Adentro un ángel caído en el piso del altar da cuenta del movimiento de la construcción, que irónicamente sigue decorada con las tiras de papel metálico que se colgaron para las fiestas del 15 de agosto, dedicadas a la Virgen de la Asunción.

Como Pazulco no cuenta con infraestructura turística no es comunidad muy visitada. Pero si en Europa uno anda kilómetros para llegar a ciertos restaurantes y construcciones viejas, hoy consideradas sofisticaciones de turismo culto, nos preguntamos ¿por qué no podría promoverse este convento como una “joyita” local?.

4.A Yecapixtla se le cayó su famoso rosetón gótico, se le desencajó el arco de la entrada, se le rajó un contrafuerte y se le agrietó la techumbre, pero allí de nuevo constatamos que es la sociedad civil la que entró en acción para preservar lo que queda, en la persona del señor Ricardo Morales, Presidente del Consejo Parroquial, pues este buen hombre consiguió el equivalente a más de 10 mil pesos en plástico para tapar la nave del la iglesia a la que se le estaba metiendo el agua de tantas lluvias que nos han bañado recientemente. 

Adentro vimos unos frescos de influencia bizantina y no española, como sería el caso lógico y salimos pensando que hacen falta muchos más dineros que los 8 mil millones de pesos que se han estado manejando en prensa y redes sociales como el fondo posible para la reparación de los daños. Para 1500 inmuebles afectados por el sismo eso no es nada, sobre todo si tomamos en cuenta que desde antes el INAH tenía el pendiente de la conservación a la que obliga el paso del tiempo.

5.En Ocuituco Fernando nos muestra unas columnas derrumbadas en la entrada, que debieron haber sido parte de una fuente barroca de tono liberal –porque son cuerpos de mujeres decapitadas con los pechos oferentes-. En esa construcción se fracturó el campanario, se rompió la ventana central de la portada y como en Atlatlauhcan, que recuerda un castillo bombardeado, se derrumbó la capilla posa. 

Cayendo la noche vemos a unos perros callejeros que entran y salen del atrio sin la menor preocupación. Ellos no saben, como nosotros, que no se puede vivir como si la belleza no existiera. Querido lector: urge labor franciscana de amor al arte ¿usted se apunta? FIN  


Por: María Elena González López

lunes, 2 de octubre de 2017

Vas a ver: Patrimonio Cultural Morelense: ¿Cómo leer las afectaciones?


1.El Patrimonio Cultural es un recurso invaluable para el imaginario colectivo y si uno se pone a investigar, resulta que éste le pertenece a todos, no a determinados  pueblos. Es decir, el asunto va más allá de los límites geográficos y políticos, o los intereses monetarios vinculados al tan de moda Turismo Cultural.

Después del sismo del 19 de septiembre y las lluvias que se han presentado casi a diario en este estado desde hace semanas, nuestro patrimonio cultural se vio terriblemente afectado. Los daños aún son incuantificables, yendo de la fractura menor al derrumbe total, pasando por el crimen que personas no identificadas cometieron al demoler la Capilla de San Nicolás Tolentino, de Tetelcingo, Cuautla, sin peritaje de por medio, o permiso del INAH. ¿Por qué? Porque el caos y el desconocimiento de la materia hizo que los implicados se pasaran por alto el Artículo 52 de la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas.

2.Los bienes afectados en nuestro estado van del siglo XVI al XX y en general se piensa que los daños se refieren a las Rutas de los Conventos y las Haciendas, pero desgraciadamente también la arquitectura vernácula y civil está muy dañada, en este rubro entran los cuexcomates y las casas de adobe, pero también el Acueducto Monumental de Pazulco, de casi 80 metros de altura, que difícilmente podrá recuperarse.

Sin haber hasta el momento, por la dimensión de las afectaciones, un censo puntual, podemos inferir que el patrimonio cultural del estado pasará a ser materia de estudio en  libros (por suerte la UAEM publicó 8 tomos al respecto hace unos tres años). Pero como además no hay municipio en el que no haya habido daños, ya sea por el cataclismo natural, o porque los rateros han aprovechado para robarse obras artísticas barrocas o neoclásicas, el asunto es también de índole legal.

3.Platico con mi amigo Fernando Hidalgo, quien conoce muy bien los 33 municipios del estado y me cuenta que el medallón gótico de Yecapixtla y las construcciones religiosas de Tepalcingo, Jiutepec y Jantetelco están devastados. Comentamos que en Cuernavaca la bóveda de la catedral se dañó y la iglesia de Gualupita, está craquelada e inclinándose hacia el Museo de Arte Indígena Contemporáneo. Nos da mucha tristeza que el Centro Morelense de las Artes haya sido evacuado y el Antiguo Hotel Moctezuma, el torreón del Palacio de Cortés y el edificio 1 de la UAEM estén sumamente dañados, o hayan pasado a mejor vida.

Por otro lado, la barda del Borda que da a la Avenida Álvaro Obregón, reblandecida a raíz de la modificación botánica que se realizó hace meses, terminó en el suelo, cosa que problematiza la labor de la secretaria del ramo, que  por el momento atiende (no es crítica, se entiende que no se puede con todo) a la población de diversos municipios dañados enviándoles brigadas que buscan el esparcimiento y el fomento a la creatividad.

4.Hace unos días se publicó en el periódico Reforma una nota que menciona una reunión entre gente de la secretaría de gobierno estatal y especialistas de la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la UNESCO (http//refor.maGe-cafhLU);  pero a la misma no acudió nadie del Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la UNESCO (ICOMOS), la organización más destacada en materia de protección del patrimonio cultural y tampoco se invitó a nadie del Instituto de Cultura de Cuernavaca, el Consejo Municipal para la Cultura y las Artes, o el Consejo de Cronistas, agrupaciones integrados por personas directamente interesadas en saber qué monumentos requieren intervención en los niveles que marcan las regulaciones internacionales, me refiero a apuntalamiento, conservación o restauración.

En todo este proceso hay que tomar en cuenta también el FONDEN, que es el Fondo de Desastres Naturales, cuyo manejo deberá operarse idealmente desligado del Congreso de la Unión, buscando que la sociedad civil supervise que haya máxima transparencia en la aplicación de los recursos. Además y como dice el especialista Eduardo Cruz Vázquez, urge crear un Fondo para Desastres Culturales. 

5.Platicando del asunto que nos atañe con la Dra. Graciela Mota, presidenta del ICOMOS de la UNESCO me entero de que este organismo trabaja con 28 comités científicos desde 1972 y que los 193 países afiliados están obligados a cumplir lo que se establece en las convenciones internacionales a las que asisten sus representantes, uno de ellos y muy destacado México, antecedente directo de la Carta de Venecia.

Añade la Dra. Mota que 2017 es el año del Turismo Sostenible, noción que deberá sustituir en la mente de todos la de Turismo Cultural, porque éste es masivo y mal manejado genera deterioro de los inmuebles, sitios y ciudades patrimonio.

De los 11 estados de la República en donde ICOMOS detecta daños, son Morelos Chiapas y Oaxaca (junto con la zona mixteca de Puebla) los más afectados en sus bienes patrimoniales y la reglamentación indica que deberá haber coordinación con el INAH para comenzar el censo y la recuperación de los bienes en la medida de lo posible. Pero hasta el momento no se ha dado el trabajo coordinado de manera ideal, cosa que se dificulta porque en Morelos no hay delegación del ICOMOS (aunque sí destacados miembros, como Fernando Hidalgo, Celia Montalvo, Adalberto Ríos Salay y Juan Antonio Siller).

Vistas las cosas así, querido lector, las instrucciones para leer las afectaciones comienzan con exigirle a las autoridades un inventario de los bienes dañados para luego pasar a apoyar en la recuperación, o en su defecto, llorar lo perdido porque con el derrumbe físico vendrán el desplome de la memoria, la identidad y la pertenencia a un lugar que bien o mal nos ha enorgullecido a nosotros y a nuestros antepasados. FIN


Por: María Helena González López