1.
Ubicados en el límite entre la artesanía y el arte popular, los juguetes tradicionales mexicanos (o juguetes populares, como también se les conoce), con su carga de color y en sus múltiples y variadas proporciones y materiales, son una muestra más de la riqueza cultural de nuestro país y del arraigo de nuestras tradiciones, mismas que vienen desde la época prehispánica y se han ido enriqueciendo primero con la influencia del Virreinato de la Nueva España y luego con la influencia de la era industrial.
En el Museo de Arte Indígena Contemporáneo, perteneciente a la UAEM, ubicado en Avenida Morelos, junto al Jardín Borda, veremos -hasta mediados de febrero de 2016-, tres fases de producción de más de 200 de estos lúdicos objetos, mismos que además rozan la categoría de “art toys”o “juguetes de autor” porque la impronta personal que muestran así lo indica.
Pero vayamos por partes para entender este montaje; primero, hay que saber que debajo de la decoración final salida de las manos de los autores-niños están las piezas “en crudo”, realizadas por artesanos del Estado de México y por la Maestra Mónica Franco, reconocida cartonera y tallerista local. Luego, podremos ver cómo los juguetes de madera y de cartón fueron decorados por los niños participantes en los talleres organizados por Fundación Noval durante 2015 y en tercer lugar se aprecia el enorme carrusel, un colorido y elocuente mobiliario museográfico ideado por el Arq. Gerardo Palma Montes para este sitio de exhibiciones. El resultado es el trabajo conjunto de varios equipos que laboraron en cuatro municipios del estado bajo los auspicios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la 52 Legislatura de la Cámara de Diputados.
Como podrán ver, la principal característica de las piezas es la fabricación manual de los objetos con una utilización mínima de herramientas (sacabocados, gubias, lijas, plantillas), es decir, prevalece lo manual versus lo industrial, y sobre todo destaca la expresión del material natural pintado de manera personal con un estilo único para cada juguete versus el plástico unificador de la mayoría de los juguetes que se le proporcionan a la niñez actualmente. De esta manera se logra que los objetos sean manifestaciones propias, dejándose por esto muy por debajo la consideración de objetos utilitarios para los mismos.
Es este escenario que privilegia a la persona y no a la máquina el que llevó a quienes laboramos en Fundación Noval a tomar conciencia ante la amenaza constante contra la producción artesanal y a pedir, mediante la implementación de estos talleres, la defensa y atención de estas tradiciones. Parte de la importancia de esta iniciativa reside en el hecho de que estas expresiones responden a las necesidades estéticas, lúdicas y de mercado de la sociedad.
2.
Por lo que respecta al beneficio de estos talleres, diré que el arte popular asegura un desarrollo psico-social y espiritual. Esto porque los niños encargados de decorar las piezas en crudo se apropian de las mismas para convertirlas en obras personales, desarrollándose así su creatividad y por supuesto su autoestima, misma que se nutre del hecho de saberse con una nueva capacidad.
Por otro lado, el hecho de poder jugar con sus creaciones cierra un círculo virtuoso, pues el juego es una actividad simuladora de la vida y las relaciones interpersonales y si se da de manera gozosa y con economía de elementos, se garantiza un mejor desarrollo infantil.
En términos educativos, el logro al que nos referimos puede entenderse si consideramos al arte como un eficaz vehículo de expresión.
Finalmente, podemos agregar que en materia de habilidades cognitivas y estéticas se desarrollan las siguientes:
1.- Capacidad, de observación, atención y memoria.
2.- Desarrollo de la imaginación y la noción de originalidad.
3.- Capacidad de análisis y de síntesis.
4.- Compresión de conceptos abstractos.
5.- Coordinación de aspectos mentales-visuales y táctiles.
6.- Desarrollo psicomotriz.
7.- Descarga de energía emocional.
8.- Valor ocupacional.
9.- Valor lúdico
10.- Valor terapéutico.
11.- Desarrollo de la sensibilidad estética a través de una postura de análisis de las sensaciones provocadas.
NOTA: en la muestra pueden apreciarse, además de un antiguo caballito de madera procedente de algún carrusel de feria, dos obras de la autoría del Maestro Óscar Martínez Longoria, maestro de la juguetería de autor, quien creó con todo y sus mecanismos para mover las piezas, una Batalla Zapatista y un Carrusel de madera que son verdaderas joyas. Por favor no se pierda esta muestra que muy probablemente itinerará en un par de municipios de este atribulado estado del país.