lunes, 29 de mayo de 2017

Museos del siglo XXI: algunas reflexiones al respecto

1.
Como usted sabe, querido lector y lectora, el 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos y por lo mismo el tema adquiere relevancia no sólo para el público en general, el que entra a los recintos para aprender algo, experimentar un "enfrentamiento estético", o simplemente entretenerse, sino para los especialistas en el asunto, aquellos que se preguntan cómo crear y mantener interesados a los públicos, como obtener fondos para la administración de esos recintos culturales, cómo hacerle para aumentar el acervo, cómo preservarlo en buen estado y cómo llevar a cabo la llamada "mediación" para que éste sea apreciado, ya que aunque no se quiera aceptar, la mera verdad es que las obras expuestas en los museos no son cosa fácil de valorar en sus varias dimensiones, sin cierta información o cultura previa.

Por eso es que se organizan encuentros de especialistas frecuentemente, y como el fin de semana pasado me tocó estar en el Simposio del ICOM (International Council of Museums) y el Coloquio Internacional Museos del Siglo XXI: Retos y Perspectivas en Zacatecas, gracias a mis amigas Rosa María Sánchez Lara y Rosita Franco, quienes laboran en el hermosísimo Museo de Guadalupe, quiero compartirles algunas reflexiones que me dejaron con inquietudes respecto al tema que me apasiona, en especial en función de cómo transmitir el valor del arte en las escuelas, para ver si logro con el tiempo implementar una pedagogía del patrimonio en La Colón.

2.
Resulta que hablando de la vocación de los museos del Siglo XXI, se preguntaron algunos ponentes si de veras se genera consciencia ética en los recintos dedicados a la memoria y tolerancia, si a partir de las imágenes que hablan de los genocidios y las injusticias se lograrán cambios en el comportamiento de la gente, o si sólo se revictimiza y se perpetúan los traumas. Si deben ser los museos recolectores de heridas.

Yo personalmente pienso que dependiendo del caso funcionan o no. Piense usted en aquél montaje dedicado a los aparatos empleados para torturar a la gente durante la Inquisición, en La casona Spencer, aquí en Cuernavaca, un asunto que en esta columna critiqué mucho, porque los objetos se presentaban como admirables y originales piezas, sin que se visibilizara el dolor que ocasionaron esos falsos dispositivos, que lo único que despertaban era el morbo del espectador.

Otro de los asuntos que se plantearon fue que muchas veces la erudición de los expertos termina generando un diálogo para especialistas, cuando lo que debe
buscarse es hacer accesibles los productos culturales al público mayoritario y por ahí alguien citó a Foucault, quien decía que los museos son espacios para la heterotopía - perdón por la palabra dominguera, pero así dijeron-, es decir, espacios para la reflexión sobre el otro.

Eso se vinculó con el tema de la diversidad cultural, hoy tan de moda y llevó a varios a mencionar a las minorías como enfoque del trabajo de quienes laboran en museos, pues hay experiencias notables como la del Museo de Historia del Castillo de Chapultepec, que ha llevado el museo a las cárceles, o la que incluyó la cultura "Queer" como asunto museable.

3.
Otro de los asuntos interesantes es que la tecnología aplicada a difundir acervos está comenzando a generar desánimo entre los expertos, pues por ejemplo ya se dieron cuenta en España, de que el proyecto red digital que buscaba un aprovechamiento por parte de la población de 200 mil obras y 50 mil documentos subidos a redes, ha sido consultado mayormente por especialistas.

Esto lleva a pensar en lo que el antropólogo Juan Antonio Mac Gregor dijo a los asistentes, sobre la importancia de generar "amor al arte" en la casa, durante la infancia. Con él coincidieron el también antropólogo Juan Antonio Siller, uno de los morelenses más destacados por cuanto a conocimiento del patrimonio se refiere y el ingeniero Roberto Malvido, el del Museo Paleontológico de Cuernavaca (funciona por medio de citas), pues ambos nos hablaron desde sus experiencias memorables vividas con la familia a zonas arqueológicas.

4.
Finalmente les comparto que se recordó la experiencia de Medellín, Colombia, en donde se entendió que CULTURA es igual a CONVIVENCIA y muchos del público coincidimos en que si bien el caso Medellín no es la gran panacea que se ha querido ver (porque no se recuperó tan exitosamente el "tejido social"), sí los museos del futuro tendrán mucho que pensarse en función del diálogo con la gente y con la inclusión, más que con la creación de elefantes blancos que luego se convierten en proyectos insostenibles porque no hay presupuesto que alcance para mantenerlos y más si la gente de la comunidad no está involucrada en el proyecto desde el inicio. ¿Usted qué opina? FIN.




Por: María Helena Noval


lunes, 22 de mayo de 2017

Vas a ver: Mi Conferencia en el MUCIC: Del paisajismo de Jorge Cázares a Ruina Tropical

1.El miércoles pasado me senté frente al generoso público interesado en el arte con motivo de una charla -hoy está de modo decirle “conversatorios” a estos eventos- que me invitaron a dar Hugo Juárez y María Gabriela Dumay al Museo de la Ciudad de Cuernavaca, un espacio en el que se monta exposición tras exposición, básicamente de artistas morelenses, con muy buena voluntad y magros recursos, pero esa es otra historia.

Lo que quiero compartirles brevemente es la reflexión que llevé a la pantalla, en la que aparecieron los guapos rostros de muchos artistas que viven en la ciudad “donde la primavera se alarga más” –nunca he encontrado la referencia que le achacan al buen Humboldt, quien sólo pernoctó una noche aquí porque andaba de paso--, acompañados de algunas de sus obras.

La idea que me motivó a acotar el tiempo -70´s hasta la fecha-, en el que obviamente faltaron algunos que debieron estar, fue que veo una Cuernavaca que no es aquél edén que vivieron quienes decidieron vivir aquí por el clima, por la cercanía con la CDMX, por el temblor del 85, por el sabor a pueblo, o lo que usted quiera, sino una en crisis que se refleja en el mundo del arte, como suele suceder, porque para eso sirve esta faceta de la llamada alta cultura, entre otras cosas.

2.En la pantalla se vio algo del paisajismo del Mtro. Jorge Cázares -a quien no hay que comparar con Velasco, sino con Landesio en todo caso- y cerramos con los montajes “neo-dadaístas” de los chavos de Ruina Tropical -Davo y Fabiola Valdéz, Amaury Colmenares, Gabriel Rosicky y Esther Alton- pero transitamos por los anhelos de representación de un entorno idealizado mediante representaciones de escenas costumbristas, haciendas en ruinas y hermosos y floridos jardines (léase algunos miembros de la SAMAC, Vicente Gandía, Ranulfo González, Joy Laville y otros) y nos enfrentamos al trabajo de los jóvenes creadores que buscan exhibir en el mal llamado Museo de la Ciudad (así le digo siempre porque no tiene acervo propio), porque desde luego buscan exhibir lo que producen una vez que han egresado de los dos centros de formación artística de la entidad.

Desde luego que no faltaron los comentarios sobre los aprendizajes en el Centro Morelense de las Artes y la Facultad de Artes de la UAEM, incluyendo a las generaciones que se ilusionaron poniendo espacios como el E21 -antes Aragón y León- o la galería de los Simones, pero no podíamos dejar de lado la historia de los artistas que se han rascado con sus propias uñas para lograr el reconocimiento internacional que se ganaron, como Rafael Cauduro, Roger von Gunten, Víctor Hugo Núñez, Elisa Cano y Uli Solner, quienes además han hecho escuela aportándole nutritivas ideas a sus aprendices.

3.En esta historia en la que no faltaron las representaciones de nuestro héroe-nacional-más-puro-e-internacionalizado-Emiliano Zapata, del cual han echado mano para resignificarlo varios artistas locales como Xolo Polo, me atrevo a decir que debieron aparecer los Chinelines de Miguel Ángel Méndez, creador de unos Art Toys que ya van por el número 4000 vendidos en diferentes ámbitos, unos muñequitos muy simpáticos vestidos de diversos colores porque aunque sean más diseño industrial combinado con artesanía, nos dan identidad en medio de la diversidad cultural que nos toca vivir.

Como personalidades que generaron espacios de reflexión estética, fomentaron el coleccionismo y nos enseñaron a ver lo propio, empezando por el arte popular, no pude dejar de lado a Robert Brady y John Spencer, aunque Evelyn Lambert no se quedó atrás por el amor a la Cuernavaca de aquellos gringos que veían con ojos de asombro de mercado de frutas a la entidad en la que decidían pasar temporadas. Por cierto, pobre Evelyn, no se le hizo lo del museo Guggenheim, pero cómo le echó ganas.

4.Finalmente, no puedo dejar de decir que la conferencia me hizo sufrir por tener que dejar fuera un montón de consideraciones que tienen que ver con que siendo uno de los estados en los que habitan más artistas, no existe el mercado de arte –aunque Carmen Rosa Vega hace muchos esfuerzos por incitarlo con su galería en el centro- y que sufrí por no poder darle más relevancia al trabajo que se experimenta día a día en torno a la gráfica o estampación artística nacida de los amores de Enrique Cattaneo con los diversos talleres que ha tenido y los empeños siempre fructíferos en el creciente interés hacia esa técnica por parte de Ana Rojas, la de LAMULI.

Lamento asimismo no haber hablado de “Artes por todas partes”, la página de FB fruto de los esfuerzos de Miguel Ángel Izquierdo por conjuntar y dar a conocer lo que aquí se piensa y se hace como arte y su directorio de artistas, pero así son las cosas en esto de las charlas y por eso esta es el inicio de  muchas más que quiero dar y publicar en forma de libro, querido lector y lectora. ¿Me acompaña para la próxima? FIN


Por: María Helena Noval


martes, 16 de mayo de 2017

Vas a ver: Rosario Castellanos: polémica por su correspondencia

1. El 11 de abril de este año comienzan los mensajes en Twitter que abordan la polémica y hasta el momento bloqueada publicación de la correspondencia sostenida entre la escritora mexicana Rosario Castellanos y el escritor, traductor y académico Raúl Ortiz y Ortíz, quienes este mes de mayo estarían cumpliendo 95 y 86 años respectivamente y cuya entrañable amistad (1961-1974) derivó en el hecho de que él fue el albacea literario de la autora, hasta su muerte en enero del año pasado.

En los breves textos publicados en dicha red social, salidos de las cuentas del editor, catedrático y escritor Ángel G. Cuevas @ngel_4_cuevas (colaborador de Ortiz y Ortiz hasta el final de sus días), Gabriel Guerra Castellanos @gabrielguerrac (hijo de la autora con el filósofo Ricardo Guerra), la sección de Opinión del periódico El Universal @Univ_Opinion, la periodista Angélica Recillas @AngelicaRecillas y la Revista Etcétera @revistaetcetera, se ha defendido el tema de la libertad de expresión, se ha hablado de censura, se ha puesto en duda la validez literaria de las misivas y hasta se ha manejado el vil tema de los exiguos dineros que se perciben por concepto de regalías. Incluso se le ha propuesto al heredero de los Derechos de Autor, Guerra Castellanos, retirar las cartas que le incomodan del volumen listo para su publicación en el Fondo de Cultura Económica, si considera que se violenta la intimidad de su historia familiar, pero hasta el momento no se tiene respuesta favorable al respecto. Por ello se pondrá en circulación, en redes sociales, una carta en la que se pedirá la firma del público y los especialistas en favor de la publicación.

2.El tema desde luego ha dado mucho que pensar a quienes somos admiradoras/es de la obra de Rosario Castellanos, no sólo porque conocemos el volumen titulado “Cartas a Ricardo” (FCE, 1994), un epistolario en el que se muestra la traumática relación amorosa entre ella y su marido, lo cual nos deja ver cómo fue haciendo ella consciencia sobre sus derechos humanos, sino porque en general los historiadores conocemos el valor documental de los llamados textos biográficos, entre los que se encuentran precisamente los epistolarios, las memorias y los diarios, en los que se valoran la familiaridad y cierto control del estilo como categorías estéticas.

¿Cómo conoceríamos el génesis de algunas obras de Vincent Van Gogh y los datos de su trayectoria artística si no fuera por las correspondencia sostenida entre él y su hermano Theo? ¿Cómo sabríamos de la relación amorosa entre Marcel Proust y su enamorado, el músico venezolano Reynaldo Hahn, si no fuera porque éste conservó la cartas del francés? ¿Cómo conoceríamos la obra de Plinio el Joven?

3.Tuve la oportunidad de leer esta semana “Katún”, el prólogo en el que Ortiz y Ortíz da cuenta de la vida de su amiga con elegancia, puntualidad y respeto, al tiempo que nos ayuda a formarnos opinión sobre la obra castellaneana, a la que algunos ven como indigenista o feminista, una obra prolífica que excede cualquier categorización, un cúmulo de textos escritos a pesar de las dificultades de su vida familiar, sus actividades como catedrática, funcionaria y madre de familia de su propio hijo Gabriel y los 2 que su marido había concebido con la pintora Lilia Carrillo.

Y he de decirle, querido lector y lectora, que quedé conmovida por la vehemencia que se lee en el discurso de Ortiz con respecto a la vida y obra de su amiga. Pero sobre todo quedé fascinada porque el epistolario promete mostrarme a una Rosario que no es la sometida y sufrida mujer que me hizo llorar cuando leí “Cartas a Ricardo”, sino a una mujer que al final de sus días se confesaba liberada, realizada como escritora (a pesar del poco tiempo que tenía para ello) y feliz con su trabajo como diplomática.

No he leído las cartas, pero sé que en una de ellas le pide opinión a Emilio Rabasa, su jefe en Relaciones Exteriores sobre “El Eterno Femenino”, obra de teatro cuyo maquinuscrito le envió con Ortíz y Ortíz porque estaba preocupada porque sentía podría lastimar la sensibilidad nacionalista de algunos pacatos (por lo mismo ésta se publicó después de su muerte). Sé que en las cartas habla de sus viajes, de su vida como catedrática en la Universidad de Jerusalén, de cómo era su vida frente al mar y de que trabajaba en una especie de diario en el que narraba no tanto lo que le ocurría, sino lo que se le ocurría. Desafortunadamente el diario está extraviado.

4.Las cartas, cuyos derechos de autor hoy bloqueados por su hijo pasarían a ser de dominio público 100 años después de la muerte de la autora, dan cuenta asimismo de parte de los procesos creativos que la animaban, incluyendo sus gustos y pasiones, porque ambos amigos intercambian opiniones sobre libros, cine y teatro, lo cual le imprime un matiz de texto crítico al inédito libro.

Valga la pena puntualizar que las cartas que ella dirigió al Lic. Ortíz desde EUA e Israel se conservaron en fotocopias, pues los originales fueron robados al maestro y que las que él le dirigió a ella a Israel se conservan en su totalidad. Esto lo sé por Ángel Cuevas, en cuyo compromiso con la literatura confió para que no quite el dedo del renglón y podamos conocer más de Rosario, porque ella somos todas.  FIN.

Articulo publicado en: https://www.diariodemorelos.com/noticias/vas-ver-rosario-castellanos-pol%C3%A9mica-por-su-correspondencia

Por: María Helena Noval
helenanoval@yahoo.com.mx